Vox acusa a INGESA de restringir el uso de las mascarillas FFP2 a «procesos con aerosoles» e INGESA responde que esas son las mascarillas FFP3, que tienen más protección. Las FFP2 se usan para tratar con pacientes contagiados o «dudosos»
Además, INGESA asegura que todo su personal sanitario que trata con casos «positivos» o «dudosos» dispone de los EPI necesarios «para cada actuación sanitaria»
Vox Ceuta ha denunciado la existencia de un supuesto «protocolo» que habría distribuido el INGESA entre su personal y en el que aparecerían una serie de restricciones al acceso y el uso de las mascarillas y los equipos de protección individual (EPI). En concreto Vox asegura que el protocolo suscribe que «el personal que no atiende a pacientes “no debe llevar mascarilla en ningún caso” y que la mascarilla FFP2 y la bata impermeable “queda restringida a los procedimientos con aerosoles”, es decir, cuando se atiende a pacientes
con enfermedades respiratorias».
Aclaraciones del INGESA sobre el uso de mascarillas por el personal sanitario
Sin embargo, el INGESA ha remitido una nota de prensa en la que incluye especificaciones sobre el uso de las mascarillas. Según este comunicado, tanto el personal sanitario que toma muestras a domicilio como el que trabaja en el Hospital Universitario de Ceuta, ya sea atendiendo pacientes o analizando muestras, dispone de «los equipos de protección individual (EPI) necesarios para cada actuación sanitaria». Además, en el mismo documento se detalla que:
- La mascarilla quirúrgica, es la que se usa en todas esas intervenciones y protegen al enfermo
- LA FFP2 son las que deben usar los sanitarios en las actuaciones concretas con pacientes positivos o dudosos.
- La FFP3 son las que se usa habitualmente en la UCI para las actuaciones concretas sobre pacientes altamente infecciosos, o donde se producen nebulizaciones (por los procedimientos con aerosoles).
Las FFP2 no se usan para «procesos con aerosoles»
La Organización Mundial de la Salud OMS) asegura, y las autoridades sanitarias chinas lo confirman, que el SARS-CoV-2 se transmite por contacto directo con «gotitas» que expulsan pacientes contagiados al toser, estornudar e incluso al hablar y también por contacto directo fomites (superficies inertes contaminadas con algún patógeno). Sin embargo, los estudios realizados por la OMS arrojan evidencias de que estás gotitas no quedan suspendidas o viajan libremente por el aire, de ahí las recomendaciones de mantener más de un metro de distancia con el resto de la gente cuando salimos a la calle.
Sin embargo, procesos con aerosoles donde se crean «nebulizaciones» sí concentran suficientes «gotitas» suspendidas en el aire -eso son las nebulizaciones- como para que supongan un foco de contagio. Por eso se usan mascarillas FFP3 -no las FFP2 que asegura Vox Ceuta- y batas impermeables en estos casos exclusivamente.
El uso sanitario de las mascarillas FFP2
Las mascarillas tipo FFP2 se usan al tratar con pacientes dudosos de estar contagiados y con pacientes positivos y protegen al personal sanitario de inhalar cualquier secreción que expulse un paciente de estas características.
Según la información que facilita un fabricante de este tipo de mascarillas:
«Las FFP2 se utilizan en entornos de trabajo en los que las partículas nocivas y mutagénicas se pueden encontrar en el aire. Las mascarillas de esta categoría deberán contener partículas que miden hasta 0,6 micras y se pueden utilizar en entornos para donde el MAK (concentración media de una sustancia en el aire ponderada durante 8 horas), no llegue a superar hasta un máximo de diez veces la concentración».