La mesa redonda sobre ‘Cómo contrarrestar la islamofobia’ de la jornada ‘Migremos hacia un periodismo ético’ se ha centrado en la importancia de cambiar las narrativas y empezar a hablar en tono positivo del islam y la mujer musulmana, huyendo de los estereotipos y poniendo la dignidad de las personas en el centro
La jornada ‘Migremos hacía un periodismo ético’, organizadas desde la Fundación Márgenes y Vínculos, finalizaba con la mesa redonda sobre ‘cómo contrarrestar la islamofobia’ de la que han formado parte Inmaculada González, abogada de Andalucía Acoge, Miguel Ángel Mendoza, periodista de la Cadena SER en Ceuta, Navila Ali, educadora social, y Lola F. Palenzuela, de la Fundación Euroárabe y cofundadora de la revista feminista La Poderío.
Según el observatorio de islamofobia, el 84,5% de las piezas informativas entorno al Islam se elaboran en tono negativo, siendo más de la mitad relativas a las mujeres y al terrorismo. «Hay que darle un giro, hay que positivizar esas información y encontrar a personas que ofrezcan otros discursos y otras narrativas», ha destacado González, apuntando a que «tenemos que preguntarnos y formarnos sobre qué es el islam, porque seguimos reproduciendo estereotipos«.
Mendoza, que lleva veinte años ejerciendo el periodismo en Ceuta, apuntaba que cuando informa le «importa cero de qué comunidad proceda cada persona porque informo de hechos y de personas y cada uno expresará con sus palabras y con sus emociones lo que quiera contar. Es fundamental salir del estereotipo, porque nos resulta fácil y nos marca un camino prefijado y eso no nos lleva a una convivencia». Así, es importante para informar adecuadamente: «con hechos».
Agenda Setting
«¿Cómo pueden los medios hablar del islam más allá de los temas de siempre y sin extranjerizarlo?», es otra de las preguntas que se lanzaba en esta mesa redonda. A lo que Palenzuela apuntaba a la importancia de saber que «cuando yo informo, yo formo«, y señalado el problema de la «precariedad del periodismo, mal pagado y sin profesionales suficientes» para hacer muchas veces investigación periodística necesaria para conseguir «ir más allá».
«Para romper la agenda que nos viene dada por las empresas, el capital y los poderes políticos tenemos que trabajar también desde la sociedad civil. Tenemos que trabajar todos, los medios necesitan fuentes», destacaba esta profesional de la información.
Por su parte, González señala que «es importante reflexionar sobre las consecuencias que tiene para las personas musulmanas informar en tono negativo», como que se puedan ver en una posición inferior. Por lo que es importante «invertir el discurso negativo e informar del Islam como algo positivo», valorando nuestras raíces y el enriquecimiento de otras culturas que nos ayudan a conformamos como sociedad.
Ali destacaba en este sentido que «es muy peligroso tratar estos temas desde ciertas perspectivas porque podemos caer en exotizar el islam, como algo ajeno a nosotros», indicando que hay que tener cuidado en cómo tratamos el islam y a la mujer musulmana, porque podemos caer en un discurso que divide entre occidente y oriente, el ellos y nosotros. «El islam somos millones de personas, no se puede hablar desde el desconocimiento y a la comunidad también nos hace falta tomar la voz cantante», destaca la educadora social.
Islamofobia de género
«El machismo es uno de los reproches más frecuentes contra el islam, como si este no estuviese presente en otras religiones y culturas», por lo que se lanzaba la pregunta sobre «cómo pueden los medios dejar de instrumentalizar y politizar el cuerpo y la vestimenta de la mujer musulmana».
«Partimos de una falta de conocimiento y de estereotipos… Para los que vivimos en Ceuta la vestimenta de una mujer musulmana no resulta llamativa», apuntaba Mendoza, contando que cuando llegó a la ciudad sí que le chocó e intentó entender el por qué de esas vestimentas, hasta normalizarlo. «Cuando la primera mujer musulmana con pañuelo llegó a la Asamblea llamó la atención, fue noticia, a nivel local pero sobretodo a nivel nacional. También la persona que llevaba velo y se lo quitó, algo que debería ser normal ya que se trata de una decisión personal y que forma parte de su privacidad«, relataba el periodista.
Sobre esto, Ali apunta que «hay que tener muchísimo cuidado con aquellos que intentan instrumentalizar a la mujer musulmana para su propaganda o fomentar el odio». Para la ponente, no se puede politizar el cuerpo y la vestimenta de la mujer musulmana, ya que se enfrenta al discurso negativo por llevar el velo, resultado de una doble agresión: mujer y musulmana. Además, sumaba que si es discapacitada se produce una nueva opresión.
«A las mujeres no hay que salvarlas de nada, ellas pueden tomar sus propias decisiones y son conscientes de su vida. Hay que dar voz a otros discursos y no hablar de la vestimenta musulmana», destacaba.
Para normalizar la vestimenta de una mujer musulmana, por ejemplo, se apuntaba a la posibilidad de darles espacio en los medios hablando de otros temas que no sea el islam. «Intentar estos temas con normalidad, no tratar a las mujeres como víctimas, darles voz… dónde están esas mujeres musulmanas, porque España está repleta».
Ciberislamofobia
El Observatorio Español de Racismo y Xenofobia confirma que uno de los porcentajes más altos (un 14%) de los casos de ciberodio reportados son por islamofobia, y este ha sido el centro de la última pregunta de la mesa. Las ponentes han destacado la importancia de denunciar los comentarios que leamos en las redes que sean racistas, islamófobos u ofensivos, destacando que «lamentablemente» en Ceuta se dan diariamente entre los usuarios que leen los medios locales.
Es responsabilidad de toda la sociedad acabar con estos discursos de odio y denunciar, pero también González destacaba cómo el auge de la extrema derecha ha supuesto la proliferación de estos, por lo que hay que pedir responsabilidad a los políticos.
«Yo soy muy defensor de la libertad de expresión pero no de la ofensa ni del mal gusto», declaraba Mendonza, «una opinión que destroza al otro no debería ser una opinión y debería reflexionarse si hay que darles cabida. No vale todo en las redes sociales».
Y para cuándo la democracia en el mundo musulmán?,y la Cristianofobia donde queda,?, la persecución de los cristianos en el mundo musulmán, y los ateos, agnósticos y laicos?, Donde queda la libertad sexual religiosa o de expresión?,ustedes han visto a los budistas en España acusarnos de racistas?, O los politeístas hinduistas, o los señores de la religión sij?,,,, aquí hay cosas que no cuadran