El Ejército de Israel ha intensificado sus operaciones militares en la región, atacando más de 120 objetivos de Hamás en Gaza y de Hizbulá en el Líbano. Según un comunicado oficial, estos ataques han resultado en la muerte de dos comandantes de Hizbulá, Mousa Izz al Din y Hasan Majid Daib, quienes eran responsables del lanzamiento de más de 400 proyectiles hacia Israel en octubre.
Los ataques en el Líbano se centraron en sitios estratégicos como lanzadores de misiles antitanque, almacenes de armas y centros de comando. Esta ofensiva forma parte de una incursión terrestre que Israel mantiene desde hace un mes en la región. Las cifras de víctimas son alarmantes, con al menos 52 muertos y 72 heridos reportados en el sureste del Líbano.
En paralelo, la situación en la Franja de Gaza es crítica. La ofensiva israelí en el norte de Gaza ha dejado un saldo devastador, con 84 muertos, incluidos más de 50 niños, tras ataques a edificios residenciales. Las autoridades gazatíes denuncian la falta de ayuda humanitaria, que apenas llega desde hace un mes, agravando la situación de los civiles atrapados en el conflicto.
Las operaciones israelíes en Gaza han sido intensas, con ataques aéreos y terrestres en áreas como Yabalia, el centro de Gaza y Rafah. El Ejército israelí afirma haber eliminado a decenas de milicianos, pero las fuentes locales destacan la destrucción sistemática de infraestructuras civiles, lo que incrementa el sufrimiento de la población.
La comunidad internacional observa con preocupación el aumento de la violencia en la región. Los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego han sido infructuosos hasta ahora, mientras las tensiones continúan escalando. La situación humanitaria en Gaza es particularmente alarmante, con miles de personas desplazadas y sin acceso a necesidades básicas.
En conclusión, los recientes ataques de Israel en Gaza y el Líbano no solo han intensificado el conflicto armado, sino que también han exacerbado la crisis humanitaria en la región. La comunidad internacional enfrenta el desafío de mediar en este conflicto para evitar una mayor escalada de violencia y sufrimiento humano.