Una noche de angustia
Mari Carmen, atrapada en su coche mientras el agua subía, vivió momentos de auténtico pánico. «Cuando el nivel del agua llegó a la maneta de la puerta, salí por la ventanilla y subí al techo del coche», relata. La rápida subida del agua dejó a muchos conductores en situaciones similares, obligándolos a buscar refugio en lo alto de sus vehículos.
Con la ayuda de un grupo de hombres, Mari Carmen logró trasladarse a una furgoneta más segura, donde esperó varias horas hasta ser rescatada por la Unidad Militar de Emergencias (UME). «Tuve que agarrarme a una caña para poder avanzar», recuerda emocionada.
El drama de los coches flotantes
Otro testigo describe la escena surrealista de coches flotando en la autovía. A pesar de las advertencias meteorológicas, muchos se vieron obligados a salir a trabajar, solo para encontrarse con carreteras intransitables al regresar a casa. La policía, equipada con linternas, guió a los atrapados hacia lugares seguros, advirtiéndoles del peligro inminente: «Sálvate, sálvate, porque viene el agua».
A las cuatro de la madrugada, los bomberos lograron evacuar a los atrapados, cubiertos de barro y exhaustos, pero agradecidos por haber sobrevivido.
Búsqueda de desaparecidos
Mientras tanto, la búsqueda de personas desaparecidas continúa. María Luisa, preocupada por su nuera y nietos en Utiel, intenta sin éxito contactarlos. «Estoy llamando y no cogen el teléfono», comenta angustiada. Las redes sociales se han convertido en una herramienta vital para solicitar ayuda y obtener información sobre seres queridos.
Lucía busca a su novio, quien trabaja en el Polígono Industrial El Oliveral. Su última comunicación fue un mensaje desde el segundo piso de una nave inundada. «Me ha hablado a las 18:30 que estaban achicando agua», explica Lucía, quien perdió contacto con él a las nueve de la noche.
Álvaro Marín, un joven conductor de camión, también está desaparecido. Su familia, desesperada, pide colaboración para encontrarlo, ya que su teléfono permanece apagado.
Reencuentros esperanzadores
A pesar de la tragedia, algunos familiares han logrado reunirse con sus seres queridos. Irene encontró a su padre y tío, quienes habían quedado atrapados en una gasolinera. Con la ayuda de cuerdas y cables, lograron subir a una terraza y rescatar a otras dos personas. «Ha sido una noche traumática», dice Irene, aliviada de que sus familiares estén a salvo.
Estos relatos de supervivencia y solidaridad destacan la resiliencia de las comunidades afectadas por la DANA, mientras continúan los esfuerzos de rescate y recuperación en Valencia.