El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha comenzado a tomar medidas contra empresas que gestionan viviendas turísticas en varias comunidades autónomas de España. Estas acciones surgen ante la sospecha de que dichas empresas podrían estar incurriendo en prácticas engañosas y otras infracciones de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios.
La investigación, liderada por el ministerio bajo la dirección de Pablo Bustinduy, se inició en diciembre pasado. Durante este proceso, se solicitó información a diversas empresas que operan en el sector del alquiler turístico en todo el país. Según los datos recopilados, estas empresas podrían estar causando «lesiones o riesgos para los intereses de consumidores y usuarios de forma generalizada».
Empresas que se hacen pasar por particulares
Una de las principales preocupaciones es que algunas empresas estarían ofreciendo información falsa o información que, aunque veraz, podría inducir a error a los consumidores. Esto se considera una práctica engañosa que podría influir en el comportamiento económico de los usuarios, según el artículo 5 de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios.
Un ejemplo de esta práctica es cuando un anuncio sugiere que el alojamiento turístico es gestionado por particulares, cuando en realidad es administrado por una empresa. Este tipo de engaño va en contra del artículo 27 de la Ley de Competencia Desleal, que prohíbe presentarse fraudulentamente como un consumidor o usuario.
Las infracciones de este tipo pueden ser consideradas graves, con multas que alcanzan hasta 100.000 euros. En algunos casos, las sanciones pueden superar esta cantidad, llegando a ser seis veces el beneficio obtenido de manera ilícita por cada empresa involucrada.
Acciones previas y sanciones a Airbnb
Estos nuevos procedimientos se suman al expediente sancionador que Consumo abrió previamente contra la plataforma de viviendas turísticas Airbnb. Esta acción fue motivada por la negativa de Airbnb a retirar miles de anuncios que no cumplían con la normativa, como la falta de número de licencia.
Además, en octubre pasado, Consumo comenzó a investigar a varias agencias inmobiliarias por presuntas prácticas abusivas contra inquilinos. Estas prácticas incluían exigir comisiones indebidas por la gestión del arrendamiento, imponer contratos temporales sin justificación y establecer cláusulas contrarias a la normativa vigente.
El objetivo de estas investigaciones y sanciones es garantizar que las empresas cumplan con las leyes diseñadas para proteger a los consumidores y asegurar un mercado justo y transparente. Las acciones del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 subrayan la importancia de la vigilancia y el cumplimiento normativo en el sector del alquiler turístico.