La Policía Nacional está llevando a cabo una investigación sobre un presunto caso de abuso sexual en un colegio de Granada, donde varios estudiantes habrían agredido a una compañera. Según fuentes policiales, la familia de la menor presentó una denuncia hace un par de meses tras sospechar de una posible agresión sexual.
Los hechos ocurrieron en un centro educativo que acoge a estudiantes de entre tres y doce años. Tanto la víctima como los presuntos agresores son menores de edad, lo que complica el proceso judicial debido a su inimputabilidad, ya que todos tienen menos de 14 años.
Activación del Protocolo Judicial
La investigación comenzó en octubre, cuando la madre de la niña la llevó a Urgencias por molestias en la zona vaginal. Aunque inicialmente no se detectaron lesiones, la menor describió posteriormente situaciones que indicaban abuso por parte de otros estudiantes. En una segunda visita a Urgencias, se confirmaron las lesiones y se activó el protocolo judicial correspondiente.
En respuesta a la situación, la Junta de Andalucía ha trasladado a los presuntos agresores a diferentes centros educativos y ha abierto expedientes disciplinarios mientras se lleva a cabo la investigación.
Incremento de Casos en el Último Año
La Fiscalía Superior de Andalucía ha alertado sobre un aumento en los delitos contra la libertad e indemnidad sexual cometidos por menores en el último año. Este incremento se atribuye al acceso temprano y excesivo a redes sociales y contenido pornográfico por parte de los jóvenes.
Ana Tárrago, fiscal superior andaluza, ha expresado su preocupación por la creciente implicación de menores tanto como víctimas como agresores. Destacó la necesidad de una educación preventiva para padres y menores sobre los riesgos de las nuevas tecnologías.
Además, la Fiscalía sugiere mejorar la regulación para limitar el acceso de menores a contenido inapropiado y propone sanciones penales para las empresas que lo permitan.
Medidas Preventivas y Educativas
Ante esta alarmante tendencia, se hace un llamado a implementar medidas preventivas que incluyan la formación de padres y menores sobre los peligros asociados a las redes sociales y el acceso a contenido para adultos. La educación y la concienciación son fundamentales para prevenir futuros incidentes y proteger a los menores.