El carguero ruso Ursa Major sufrió un trágico naufragio en el mar Mediterráneo, lo que ha sido calificado por la naviera Oboronloguistika como un «atentado terrorista«. Según el comunicado emitido por la empresa, dependiente del Ministerio de Defensa ruso, el incidente ocurrió el 23 de diciembre de 2024, aunque no se han proporcionado detalles sobre los responsables o los motivos detrás del ataque.
El barco, que navegaba entre las costas de España y Argelia, experimentó tres explosiones consecutivas antes de comenzar a hundirse. La tripulación, compuesta por catorce personas, fue rescatada y trasladada al puerto de Cartagena para recibir atención médica. Sin embargo, dos marineros permanecen desaparecidos, y su situación sigue siendo incierta.
Las autoridades rusas han iniciado una investigación penal por presunta violación de las normas de seguridad marítima, que resultó en la muerte de dos o más personas. Esta investigación está a cargo del Departamento de Transporte de la región de Kaliningrado, según informó la agencia de noticias Interfax.
El Ursa Major, un buque de carga general con 15 años de antigüedad, había partido de San Petersburgo con destino a Vladivostok. Navegaba bajo la bandera de Antigua y Barbuda y tenía previsto llegar a su destino el 22 de enero. El incidente ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad marítima en la región.
El Salvamento Marítimo español desplegó el buque Clara Campoamor para controlar cualquier posible contaminación marina tras el hundimiento. A última hora del martes, el Clara Campoamor regresó al puerto de Cartagena, dejando atrás una zona vigilada para evitar daños ambientales.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta investigación, mientras Rusia busca esclarecer las causas del naufragio y determinar si realmente se trató de un acto terrorista. Este incidente subraya la importancia de reforzar las medidas de seguridad en las rutas marítimas internacionales.