Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas de Israel y figura destacada del Partido Sionista Religioso, ha declarado que tanto Gaza como Cisjordania serán «arrebatados para siempre» a los palestinos. Estas declaraciones se hicieron durante una reunión del partido, donde también celebró el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca como una oportunidad para avanzar en la soberanía israelí sobre los territorios ocupados.
Este anuncio llega en un momento crítico para la administración israelí, que ha intensificado sus esfuerzos por controlar más territorio en Cisjordania. Desde principios de año, los colonos han incrementado significativamente la apropiación de tierras palestinas, acciones que han sido declaradas ilegales por la Corte Internacional de Justicia.
Smotrich afirmó: «Estábamos a un paso de aplicar la soberanía sobre los asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania), y ahora ha llegado el momento de hacerlo». Esta declaración subraya la intención del gobierno israelí de consolidar su control sobre la región, a pesar de las críticas internacionales.
En mayo, el Ejército israelí transfirió poderes legales significativos en Cisjordania a funcionarios colonos bajo la dirección de Smotrich, quien también ocupa un cargo en el Ministerio de Defensa con competencias sobre asuntos civiles en la región. Este movimiento ha facilitado la declaración de más de 2.300 hectáreas como tierras estatales, un mecanismo utilizado para expulsar a la población palestina y consolidar el control territorial.
Smotrich ha instruido a la división administrativa de los asentamientos del Ministerio de Defensa y del Ejército israelí para que comiencen a preparar la infraestructura necesaria para tomar la región palestina. «Hoy existe un amplio consenso en la coalición de gobierno y en la oposición contra el establecimiento de un Estado palestino que pondría en peligro la existencia del Estado de Israel», añadió.
Además de las tensiones en Gaza, Israel ha lanzado una ofensiva sin precedentes en Cisjordania. El año 2023 ya ha sido el más violento registrado, con más de medio millar de muertos. La situación ha generado preocupación internacional y ha complicado las relaciones de Israel con varios países.
La relación entre Israel y Estados Unidos es clave en este contexto. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue el primer líder internacional en felicitar a Trump tras su victoria electoral y se reunió rápidamente con él. La victoria de Trump ha sido celebrada especialmente por el ala más radical del gobierno israelí, que ve en ella una oportunidad para avanzar en su agenda territorial.
Smotrich expresó su satisfacción por el cambio en la administración estadounidense, afirmando que «2025 es el año de la soberanía en Judea y Samaria». Sin embargo, esta postura ha generado tensiones con la administración de Joe Biden, que había criticado las acciones israelíes en Gaza y Cisjordania.
Estados Unidos, aunque históricamente aliado de Israel, ha mostrado una postura más crítica en los últimos meses debido a la ofensiva israelí en Gaza. Con Trump de nuevo en la Casa Blanca, Israel espera un apoyo renovado para sus políticas en los territorios ocupados.