El Parlamento de Israel ha aprobado una ley que prohíbe a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) operar en el país. Esta medida, respaldada por 92 de los 120 miembros de la Knesset, afecta directamente a la Franja de Gaza, donde la UNRWA desempeña un papel crucial en la provisión de servicios esenciales.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó la decisión afirmando que algunos trabajadores de la UNRWA están involucrados en actividades terroristas contra Israel. Sin embargo, subrayó la importancia de continuar con la ayuda humanitaria en Gaza para evitar una crisis humanitaria.
Por su parte, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, calificó la votación como un precedente peligroso que busca desacreditar a la organización. Según Lazzarini, esta prohibición solo profundizará el sufrimiento de los palestinos, especialmente en Gaza, donde la situación ya es crítica.
La UNRWA ha sido objeto de críticas por parte de Israel, que acusa a algunos de sus empleados de vínculos con Hamás. Un informe de Naciones Unidas recomendó mejorar la neutralidad de la agencia, aunque no se presentaron pruebas concluyentes sobre estas acusaciones.
La aprobación de esta ley ha suscitado preocupación internacional. El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, expresó su inquietud por el impacto de esta legislación en la ayuda humanitaria. Asimismo, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, advirtió sobre las consecuencias de largo alcance que podría tener esta medida.
Desde su creación en 1949, la UNRWA ha proporcionado asistencia a los refugiados palestinos en Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, Líbano, Siria y Jordania. La nueva legislación israelí amenaza con obstaculizar gravemente la prestación de servicios sanitarios, educativos y sociales en estas áreas.
La portavoz de la UNRWA, Juliette Touma, calificó la decisión de Israel como indignante, destacando que la agencia es el principal proveedor de operaciones humanitarias en Gaza. A pesar de la presión internacional, la ley fue aprobada, marcando un nuevo capítulo en la compleja relación entre Israel y la UNRWA.