El Estado italiano ha dado un paso significativo en el sector ferroviario europeo al convertirse en el accionista mayoritario de Iryo, un operador de trenes de alta velocidad. Esta adquisición se realizó mediante la compra de un 6% adicional de las acciones a la aerolínea española Air Nostrum, elevando la participación total de Italia al 51%.
La operación, que se concretó el pasado 3 de julio por un monto de 15 millones de euros, fue parte de un acuerdo de inversión previamente establecido entre los socios. Según las cuentas semestrales de Ferrovie Dello Stato Italiane, esta transacción valora a Iryo en aproximadamente 250 millones de euros.
Con esta nueva estructura accionarial, Trenitalia, el operador público italiano, controla ahora el 51% de las acciones de Iryo. Por su parte, Air Nostrum mantiene un 25% de participación, al igual que Globalvia, una empresa española de movilidad.
A pesar de este cambio en la composición accionarial, fuentes de la compañía han asegurado que la operación no alterará el rumbo estratégico de Iryo. El objetivo sigue siendo consolidar su posición en el mercado de alta velocidad y mejorar sus resultados financieros.
En términos financieros, Iryo ha enfrentado desafíos significativos. En 2023, la empresa reportó pérdidas de 79 millones de euros, ampliando los números rojos de 25 millones de euros del año anterior. Sin embargo, es importante destacar que en 2022 solo operó durante las últimas semanas del año, mientras que en 2023 lo hizo a lo largo de todo el ejercicio.
Los ingresos totales de Iryo en 2023 ascendieron a 212 millones de euros, un aumento considerable en comparación con los 4,8 millones de euros registrados en 2022. A pesar de estos ingresos, el resultado de explotación fue negativo, con pérdidas de 67 millones de euros.
Durante 2023, Iryo transportó a 6 millones de viajeros, logrando una ocupación media del 65,7%. Este nivel de ocupación refleja el potencial de crecimiento de la empresa, aunque también subraya la necesidad de optimizar operaciones para alcanzar la rentabilidad.
La adquisición por parte del Estado italiano es vista como un movimiento estratégico para fortalecer la posición de Trenitalia en el competitivo mercado ferroviario europeo. Con el control mayoritario de Iryo, Italia busca expandir su influencia y mejorar la conectividad ferroviaria en el continente.