La Consejería de Fomento anuncia que, debido al avance de los trabajos incluidos en el proyecto de remodelación de la avenida Alcalde Sánchez-Prado, Plaza de África, Jáudenes y Plaza de África, desde el próximo miércoles, 9 de enero permanecerá cerrada al tráfico la calle Jáudenes, coincidiendo con la fecha de inicio de las obras en dicha vía.
Estos trabajos, que se ejecutarán en dos fases, obligarán a la interrupción completa de la circulación rodada hasta que finalicen. Su ejecución, prevista hasta abril, dividirá la calle en dos tramos durante la obra. En la primera fase se trabajará en el comienzo y final de la vía, desde las intersecciones de Jáudenes con las de Víctori Goñalons,y O’Donell, dejando para la segunda fase la manzana central, facilitando el acceso a garajes particulares y zonas de carga y descarga desde las calles Dos de Mayo y Queipo de Llano.
Para que el cierre al tráfico de esta calle perjudique lo menos posible al resto de la circulación en el centro de la ciudad, la Consejería de Gobernación, de la que depende la Policía Local, ha diseñado algunas modificaciones del tráfico en este entorno. Así, se invertirá el sentido de la circulación en el Paseo de las Palmeras, al que se podrá acceder desde la Plaza de la Constitución en dirección a la calle Edrisis y el Puente del Cristo. Para ello, se ampliará un carril, que estará situado a la izquierda de la parada de taxis provisional allí habilitada, que dará posibilidad a los vehículos de circular en dirección hacia la calle Edrisis o bien incorporarse a la rotonda que da acceso a la avenida Juan Pablo II -desdoblamiento-. Operarios de la empresa Obimace, de la Consejería de Fomento, se encargarán del pintado de las nuevas marcas viales y de la colocación de un vallado para la protección del tránsito peatonal.
En lo que respecta a la circulación por la Plaza de África no sufrirá variaciones, con la única salvedad, de que solo se podrá girar en dirección al Puente del Cristo.
Los trabajos en Jáudenes están incluidos en el proyecto de remodelación global de todo el entorno, que tiene un presupuesto de 7,8 millones y que ha sido encomendada a la empresa pública TRAGSA, y con el el que se pretende unificar la imagen de toda la zona y solucionar los problemas que existen debido al deterioro provocado por el tiempo y la obligación de eliminar las barreras arquitectónicas existentes, consiguiendo con ello una nueva imagen del centro de la ciudad, respetando el carácter histórico.