La noche de los juicios en Gran Hermano estuvo marcada por giros inesperados y decisiones contradictorias. Jorge, quien fue exonerado por la audiencia en el juicio, terminó siendo el primer finalista expulsado del concurso. Una salida tranquila, pero cargada de análisis sobre su papel en el reality.
La gala de juicios de Gran Hermano dejó a la audiencia perpleja con sus contrastes. Jorge, absuelto de los cargos presentados durante la dinámica del programa, fue inmediatamente después el concursante elegido para abandonar la casa, convirtiéndose en el primer finalista en decir adiós. Esta decisión dejó claro el dilema interno de los seguidores del programa, que parecen moverse entre emociones enfrentadas hacia los participantes.
La actitud sumisa de Jorge con el grupo de los “azules”, que se destacaron como la camarilla dominante en la casa, marcó su trayectoria en el concurso. Su despedida, sin grandes dramas ni muestras de afecto por parte de sus compañeros, reflejó su papel de eterno aspirante a encajar sin éxito en ese selecto círculo. Como resultado, su salida pasó casi desapercibida, salvo por una reacción más notable de Violeta, aunque muchos dudan de su sinceridad.
La dinámica de los juicios estuvo presidida por Pedro Chamorro, quien aplicó con rigor su tradicional criterio judicial. Entre las decisiones destacadas, se dictaron cuatro sentencias de culpabilidad y tres de inocencia. Jorge, junto a Ruvens y Óscar, fue exonerado tras un empate técnico resuelto bajo el principio de in dubio pro reo. Sin embargo, esta absolución no fue indicativa de popularidad, como lo demostró su rápida expulsión.
La salida de Jorge podría atribuirse a varios factores, entre ellos su falta de protagonismo y su estilo discreto, que lo posicionó como un “cuñado de manual”, según algunos comentarios. Aunque evitó conflictos y buscó mantenerse neutral, no logró ganarse el favor ni de la audiencia ni de sus compañeros más influyentes.
Por otro lado, otros juicios estuvieron cargados de tensión y humor. Violeta vivió una noche complicada al enfrentarse a un veredicto de culpabilidad con el 63 % de los votos, además de lidiar con críticas por comentarios sobre sus compañeras. Juan, en cambio, protagonizó el momento más divertido de la noche con su peculiar sentido del humor y un inesperado baile que conquistó a algunos espectadores.
La recta final del concurso se perfila con un elenco de finalistas que genera opiniones encontradas. Los porcentajes ciegos revelaron una competencia ajustada, con varios concursantes cerca de la expulsión junto a Jorge. La próxima gala promete emociones fuertes, con una doble expulsión que dejará a cinco participantes en la casa y acercará aún más a la gran final.
En este tramo final, la audiencia parece estar valorando no solo el protagonismo, sino también el comportamiento y las buenas formas de los concursantes. Jorge, aunque eliminado, se despide con la tranquilidad de haber sido declarado inocente, un pequeño consuelo en una noche de decisiones paradójicas.