Ceuta, siglo XXI, lo que parece impensable en una ciudad con un presupuesto de 1,5 millones de euros destinados a las subvenciones del programa de alojamiento alternativo, y un presupuesto total de la Consejería de Servicios Sociales de más de 25 millones de euros para esta anualidad, se hace realidad. Jose H. vive debajo de un puente tras el desalojo de las naves del Tarajal
José Hoyos es un funcionario local jubilado. Es jardinero aunque ya no ejerza, de hecho, ahora cuida de las plantas que hay debajo del puente en el que vive desde que las naves del Tarajal destinadas a ser un albergue para personas sin recursos cerraron. Duerme sobre cartones y en un negocio cercano le han dicho que no puede seguir cargando su teléfono móvil.
Cualquiera puede ver a José caminando por la Gran Vía arrastrando una pequeña maleta en la que lleva sus pertenencias. Duerme a la intemperie y con miedo a que alguien le pegue o prensa fuego a su refugio, «hay niños que pasan por aquí y me tiran piedras y me insultan«, asegura con síntomas de nerviosismo a la grabadora de El Foro de Ceuta.
Coincidimos con unos voluntarios de Cruz Roja, ellos le conocen bien, se ocupaban de su cuidado mientras estaba alojado en el recurso de la Ciudad. Hoy han hablado con él y han intentado convencerle de que dormir en la calle no es buena idea.
Sin embargo él, dependiente y con problemas de salud mental, prefiere dormir en la calle a compartir una habitación de hostal con otras tres personas. Y es que José no quiere perder su dignidad, pero esta es la única solución que desde Servicios Sociales le han dado, según nos explica. Se trata de una persona con un perfil que precisa de ayuda médica y atención como persona dependiente, pero la Ciudad no cuenta con este recurso.
«Estábamos bien en las naves del Tarajal, teníamos comida y podíamos asearnos», asegura este funcionario jubilado que ahora se encuentra durmiendo debajo del puente que lleva hasta el Parque Marítimo, «Servicios Sociales nos ha mentido, nos iban a dar una solución, pero meternos a cuatro en una habitación no es una solución», lamenta. Además, según José «las personas que están en el Hostal no tienen para comer, Servicios Sociales no les da ni una comida al día, ni dinero para comprarla».
Las naves del Tarajal han estado casi un año en funcionamiento como recurso de emergencia para alojar a personas sin recursos y aquellos migrantes llegados a Ceuta durante la crisis de mayo, pero el pasado 22 de abril fueron clausuradas. El portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, afirmaba que Servicios Sociales daría soluciones a los españoles que se encontraban allí alojados, sin embargo, según denuncia José, no es así.
Eran ocho los españoles que vivían allí antes de su cierre y un día antes del desalojo se reunieron con Servicios Sociales, aunque a su salida se mostraron muy «indignados y decepcionados» tras no encontrar una solución ni alternativa habitacional para ellos. «Nos están tomando el pelo», denunciaba uno de ellos, que asegura que se van a quedar en la nave, de donde los tendrán que «sacar a rastras«. Casi tres semanas después, parece que sus sensaciones no estaban desencaminadas.