Ninguno de los dos nuevos focos es culpa vuestra, pero aún así se os señala. Es cierto. Estamos siempre pendiente de corregir o de criticar lo que hacéis. Se han visto imágenes de adolescentes con actitudes irresponsables y ya os metemos a todo/as en el mismo saco. También es cierto. Una de las cosas que tiene hacerse adulto es que crecen tus miedos. Ahora mismo estamos asustados, por nosotros y también por vosotros. Por eso, aunque sabemos que la mayoría lo estáis haciendo, volvemos a insistir: poneos las mascarillas, estáis muy guapos/as también con ellas puestas.
Este martes, el consejero de Sanidad, Javier Guerrero ha señalado al colectivo adolescente como uno de los que peor está afrontando la desescalada y el que más comportamientos irresponsables está dejando de ver. Nosotras pensamos que esto último, se debe a la falta de experiencia a la hora de saltarse las normas y es lo que hace que sea más notorio el mal comportamiento de adolescentes que el de adultos.
Es cierto que hemos visto aglomeraciones de adolescentes sin mascarilla o sin guardar distancia de seguridad, pero también lo es que los adultos han celebrado más de una fiesta privada que superaba las 15 personas permitidas en fase dos y en las que tampoco se han guardado medidas de seguridad o higiene, por poner solo un ejemplo.
No obstante, sí que es verdad que la aparente menor manifestación de síntomas que tiene la COVID-19 en pacientes jóvenes o muy jóvenes puede generar positivos asintomáticos, o lo que es lo mismo, personas que pueden contagiar sin saber que están enfermas. Con esto, adolescentes de Ceuta, es con lo que tenéis que tener verdadero cuidado. Sabemos que a ninguno de vosotros os gustaría meter la enfermedad en vuestras casas y, si nos respetáis las normas, os la estáis jugando.
La mascarilla es incómoda, da calor, agobia… Pero, por ahora, es el mejor arma que tenemos para defendernos de este enemigo silencioso. Poniéndoosla os protegéis vosotros, pero también a vuestras familias, a vuestros amigos, a sus familias y a todos los demás. Por el contrario, no llevarla, o llevarla en la barbilla -en serio, es más ridículo que llevarla puesta-, os expone a vosotros y también al resto de la gente.