El hambre puede convertirse en uno de los efectos secundarios inesperados del coronavirus en los menores y jóvenes que viven en las calles de esta ciudad. Los afectados y los agentes sociales miran con preocupación la extrema vulnerabilidad de este colectivo. En estos momentos la Junta de Seguridad está reunida por videoconferencia para debatir cómo proceder
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, afirmaba ayer en rueda de prensa que “hay que retirar a estos menores de la calle”, porque “tienen que estar confinados” como el resto de la sociedad. Por esto, han “ofrecido ideas de emplazamientos” al gobierno del Estado para alojar a estos jóvenes.
Sin embargo, Vivas no detalló cuales son estos espacios, si deberían estar sometidos a reformas o adaptaciones, y cómo se concretaría el traslado, puesto que esperan una reacción desde la Plaza de los Reyes.
La Junta de Seguridad que se está desarrollando este mediodía por videoconferencia, pretende encontrar una solución para los menores y jóvenes en situación de calle, así como con las personas transfronterizas que se agolpan en la explanada del Chorrillo a la espera de que Marruecos abra la frontera.
En estos momentos, los menores y jóvenes que sobreviven en las calles de esta ciudad son ajenos a estas conversaciones sobre su protección.
Este fin de semana se aglutinaban en grupos ante las puertas de los supermercados, desde los que se les está impidiendo entrar con más severidad que normalmente, por lo que abastecerse de alimentos es complicado. Y más aún cuando el confinamiento ha obligado a quedarse en casa a los vecinos y las vecinas que solían repartir comida de forma altruista.
Menores y jóvenes migrantes expuestos al coronavirus
Los agentes sociales que trabajan con este colectivo han declarado a El Foro de Ceuta que «los cuerpos policiales están actuando según premisas claras ante los chicos del puerto, simplemente dispersándolos mediante la coerción hacía las escolleras«. Además, estas fuentes señalan que «el centro de realojo temporal de la Esperanza y el CETI no pueden abrir sus puertas ante el aislamiento, sin contar con la saturación que vive el primero».
Además, los colectivos sociales denuncian que «ningún agente público está informando a este colectivo sobre los peligros del virus y las prácticas de cómo combatirlo, aunque algunas personas voluntarias están arriesgando su propia salud para, altruistamente, hacer llegar las buenas prácticas de sanidad a las decenas de personas que no tienen casa para confinarse y han quedado al margen de cualquier prevención y preocupación administrativa».
Delegación y Ciudad estudian soluciones
Fuentes de la Delegación afirman que después de esta Junta de Seguridad se dará cuenta de la solución provisional que se haya tomado. Estas decisiones llegarán dos semanas después de las primeras infecciones en el Estado y dos días después de que el COVID-19 se diagnosticase en Ceuta.