Por más de dos décadas, Juan Jesús Vivas ha sido sinónimo de gobierno en Ceuta. Desde febrero de 2001 hasta hoy, su figura ha marcado la política local. Pero tras 24 años al frente y con un escenario político único para que el Partido Popular logre una victoria contundente en 2027, surge la gran pregunta:
¿Es Vivas el candidato que necesita el PP nacional o ha llegado la hora de abrir paso a una nueva generación?
1. Un desgaste silencioso pero creciente
Aunque mantiene el cargo, las señales de agotamiento político son cada vez más visibles:
- Crecimiento del empleo municipal mientras el comercio local se contrae drásticamente, evidenciando un modelo económico insostenible y dependiente del gasto público.
- Pactos y alineamientos puntuales con el PSOE local y con Ferraz en asuntos muy sensibles, incluso en contra de la línea nacional de su propio partido.
- División interna en el PSOE de Ceuta, en parte causada por estos movimientos, lo que genera alianzas tácticas que desconciertan a la base electoral del PP.
2. Decisiones que erosionan la base de apoyo
La reciente subida de MDyC a la Vicepresidencia de la Mesa Rectora, con el aval de Vivas, ha generado rechazo entre votantes de centro-derecha.
La percepción es clara: ceder espacios de poder a formaciones rivales debilita el perfil combativo del PP y alimenta la sensación de que el presidente gobierna más para sostener equilibrios que para fortalecer su propio partido.
3. Un tablero político fragmentado… y favorable para el PP
En el lado opuesto, el espacio de Vox se encuentra dividido:
- El liderazgo interno lo ostenta Redondo.
- La admiración popular se concentra en Carlos Verdejo, pero sin control real de la estructura.
Esta fractura debilita a Vox y abre una autopista para una mayoría sólida del PP… siempre que el candidato sea capaz de aglutinar entusiasmo y no solo voto cautivo.
4. La oportunidad irrepetible de 2027
El actual contexto es el más propicio en décadas:
- PSOE fragmentado y debilitado.
- Vox dividido y sin una figura cohesionadora.
- Un electorado predispuesto a dar una victoria clara al PP.
Colocar un candidato joven en 2027 permitiría que:
- Se afiance en el cargo con tiempo, capitalizando un escenario favorable.
- Llegue a 2031 con cuatro años de experiencia y una base consolidada.
Si, por el contrario, Vivas se mantiene hasta 2031:
- El relevo se producirá tras 30 años de liderazgo personalista.
- El nuevo candidato heredará un escenario mucho más incierto y sin la ola de cambio que hoy está disponible.
5. Conclusión
Juan Vivas ha dado estabilidad y continuidad a Ceuta durante un cuarto de siglo, pero todo liderazgo tiene un ciclo.
El PP nacional debe decidir si quiere afrontar el relevo desde la fuerza y con la marea a favor en 2027, o esperar a un 2031 con un desgaste acumulado que podría poner en riesgo la hegemonía.
El momento político es ahora. Y la historia enseña que los trenes que se dejan pasar no vuelven.
