Este mediodía, la explanada de El Chorrillo ha sido testigo de un parón del sector del taxi en Ceuta que puede ser el preludio de una huelga con todas las de la ley si, con el paso de las semanas, no hay una respuesta a sus reivindicaciones, que no son otras que se le tenga en cuenta en la estrategia nacional que rige los protocolos de vacunación
De este modo, el colectivo de taxistas lamenta que se le considerase un sector «esencial» durante el confinamiento, pero no se haya hecho lo mismo a la hora de diseñar la estrategia de vacunación. Mohamed Ahmed, de la Asociación del Taxi Adaptado, Juan Antonio Montero, de la Asociación Profesional de Autotaxi y José Reyes, presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi, han sido los representantes del colectivo que han hablado ante los medios de comunicación y los tres han coincidido en lo mismo: no ven justo que, si no se les puede incluir en la campaña de vacunación, se les obligue a parar 10 días el taxi cada vez que tengan contacto con un caso positivo.
En este sentido, los taxistas recuerdan que desde los propios centros de salud se insta a posibles casos positivos a coger taxis cuando no hay ambulancias disponibles y que también son muchas las carreras que hacen dirección al Hospital o al Punto COVID. Servicios que no pueden rechazar, pero que exponen al colectivo a posibles contagios.
Para Ahmed, se está «jugando» con la salud de los taxistas y de sus familias y también con la economía familiar porque, cuando un taxista se confina por ser contacto de un positivo al que ha llevado en su coche, «lo que pierde no lo puede recuperar porque no hay trabajo bastante».
«Lo que queremos hacer ver a la Ciudad es que sí somos un sector de riesgo, tanto para contraer la enfermedad como para expandirla. Somos un sector prioritario, como los policías o los bomberos, llevamos a diario a mucha gente y nos metemos por todos los barrios de Ceuta», ha señalado Montero.
Por su parte, Reyes, ha destacado que es consciente de que la estrategia de vacunación es una imposición del Ministerio de Sanidad y no un capricho del Gobierno local. «Sabemos que hay un protocolo que va por edades y en el sector del taxi el más mayor tendrá cincuenta y tantos», ha comentado, pero ha insistido en que «algo hay que hacer, los técnicos tendrán que hacer algo. Yo insisto en que no vamos contra la Ciudad ni contra el consejero de Sanidad ni contra nadie». «Cuando estábamos en confinamiento, el taxi estaba en primera fila y éramos un servicio esencial, ahora, queremos un quid pro quo. Hemos prestado un servicio y seguimos prestándolo, pero ahora tenemos un problemas, que actúen en consecuencia», ha sentenciado.
Por último, el gremio ha decidido dar «un tiempo prudencial» para ver si desde las autoridades sanitarias se pone alguna solución a sus reivindicaciones. No obstante, en caso de que esa posible solución se demore demasiado en el tiempo, no se descarta una huelga total del servicio.
Totalmente de acuerdo que el sector del taxi es esencial, por esto deberían ser también de los primeros en el proceso de vacunación. Son muchos los usuarios que a diario emplean este medio de transporte y como tal puede ser, como decís en el artículo, un posible foco de propagación.