El pleno de la Asamblea, con la esperada ausencia de Vox, ha vuelto a condenar la violencia machista, una lacra que «causa daños, sufrimiento y dolor no solo a las víctimas, también a las familias y la sociedad en su conjunto«, con la lectura y ratificación de un manifiesto que reproducimos íntegro en este artículo
Con motivo de este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Asamblea de Ceuta ha celebrado una sesión plenaria para realizar una declaración institucional en apoyo a la lucha contra la violencia de género, dándose lectura al manifiesto consensuado por el Consejo Sectorial de la Mujer de Ceuta.
Al Pleno de la Asamblea han acudido todos los grupos políticos con representación en la Asamblea a excepción de Vox, que ya se rompió el consenso institucional el 25N de 2019 y cuya ausencia este año, por tanto, era de esperar, y Caballas. En el caso coalición localista, que sí apoya la declaración institucional y ratifica el manifiesto, el motivo para que su diputado, Mohamed Ali, no se haya personado en el Pleno ha sido la pérdida de un familiar.
La clase política ceutí vuelve a reconocer a la violencia machista como una lacra social que debe ser erradicada, en un año que no ha estado exento de polémicas. Se han tomado decisiones cuestionables desde el Ejecutivo local en este ámbito y una de ellas ha sido la de celebrar minutos de silencio por casos de violencia intrafamiliar. En la práctica, la aprobación de esta propuesta que planteó Vox a través de un discurso que negaba por completo la existencia de la violencia de género ha supuesto que, en más de una ocasión, se hayan dejado de condenar asesinatos machistas mientras sí se condenaban asesinatos de violencia intrafamiliar.
La explicación que se dio entonces fue que la convocatoria de minutos de silencio, según el acuerdo que se alcanzó en el Pleno, era responsabilidad de la vicepresidencia de la Asamblea y sería esta quien estaría faltando a sus responsabilidades al no convocar a los grupos parlamentarios. La socialista, Cristina Pérez, vicepresidenta segunda de la Asamblea, en declaraciones a compañeros de otros medios locales, advirtió entonces que quien debe convocar es «la Presidencia y, en su defecto, la Vicepresidencia Primera», que ocupa el diputado de Vox Ceuta, Francisco José Ruiz.
Otra institución que, durante este año convulso y marcado por la pandemia, descuidó la condena de los asesinatos machistas fue la Delegación del Gobierno. Si bien ha habido momentos en los que la situación epidemiológica podría haber sido justificación suficiente para no realizar el acto presencialmente, el silencio institucional en numerosos asesinatos machistas -tampoco se condenaron mediante algún tipo de comunicación- resulta decepcionante.
Manifiesto de la Asamblea de Ceuta por el 25N de 2020
De nuevo, en este día 25 de noviembre de 2020, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres es una obligación alzar la voz para tener presente a todas las mujeres y menores que siguen siendo víctimas de la violencia en nuestro país.
Pese a todo el recorrido y avances en la lucha contra la violencia de género, continúa siendo alto el número de mujeres asesinadas como también aquellas que son controladas, amenazadas y agredidas que no denuncian su situación.
La violencia de género causa daños, sufrimiento y dolor no solo a las víctimas, también a las familias y la sociedad en su conjunto. Por ello, resulta imprescindible, ahora más que nunca, aunar esfuerzos, sumar desde la unidad de las fuerzas políticas, y coordinar el trabajo conjunto de todas las Administraciones Públicas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y asociaciones civiles, para combatir todos los tipos de violencia contra las mujeres, sean de carácter sexual, laboral, institucional, económica, acoso sexual u otras violencias infligidas por la pareja o ex pareja.
Pero ningún esfuerzo ni acción institucionales serán fructíferos sin la plena implicación, colaboración y concienciación de la ciudadanía y la sociedad en su conjunto. La violencia de género es un problema público y social, ante el que debemos actuar todos y todas. Hay que seguir tomando conciencia de que estamos ante un delito, y no ante un problema doméstico. Un delito que por otra parte tiene múltiples connotaciones y dimensiones sobre las que debemos seguir trabajado de forma incansable, asistiendo, acompañando, protegiendo y reparando daños, porque la violencia tiene
aterradoras consecuencias en la seguridad, la salud, la integridad física y psíquica, la dignidad, y la vida personal y laboral de las mujeres.
No podemos obviar la importancia en el ámbito educativo para crear una base de concienciación, si bien es cierto que la educación es primordial en todos los ámbitos, para la eliminación de la violencia de género lo es aún más. Crear una base sólida desde edades tempranas para que los niños y niñas reciban información, pautas de conducta y sobre todo sean conscientes de las consecuencias de una lacra que, por desgracia, sigue creciendo y que no debemos dejar de visibilizar para crear conciencia social.
Tampoco podemos olvidar las graves consecuencias que tienen en las familias y en especial en las víctimas menores, la exposición directa y continua de la conducta violenta en su propio hogar. Ante esta cruel realidad, es necesario avivar la conciencia de cuantas personas son testigos o conocen situaciones de violencia de víctimas cercanas (familiares, amistades, vecinas y vecinos) para que compartan la responsabilidad de la denuncia. Ahora más que nunca, con una pandemia que está haciendo que todo sea más difícil no podemos dejar a las mujeres solas y no podemos ser cómplices con nuestro silencio o nuestra indiferencia. Compartir el dolor nos lleva a compartir la responsabilidad en su erradicación.
Toda la trayectoria de lucha contra la violencia de género por parte de multitud de mujeres y hombres en nuestro país que han apostado y apuestan firmemente por una igualdad real debe continuar para que no se produzca un retroceso en nuestra sociedad. La violencia de género tiene nombre de mujer.
Por ello, reiteramos la tolerancia cero ante cualquier tipo de violencia asumiendo el compromiso y corresponsabilidad en su erradicación.