Los 4 sindicatos de mayor peso en la sanidad de nuestra ciudad han convocado concentraciones los días 13 y 20 de octubre. Bajo el lema “Más inversión, más medios, más profesionales y más estabilidad en los contratos”. El eslogan refleja perfectamente la insuficiencia a todos los niveles que sufre nuestra sanidad.
CCOO ha venido denunciando desde hace años esta carencia generalizada que nos colocaba en última posición en una comparativa con el resto del SNS. En esta situación nos ha pillado…una pandemia. Algo que casi por definición pone en aprietos a cualquier sistema sanitario puede pasarnos una factura muy muy cara a los y las ceutíes.
La atención sanitaria se articula en dos niveles: la atención primaria y la atención especializada. Mientras el primero se suele desarrollar en los centros de salud, el segundo se hace en centros hospitalarios habitualmente. La atención primaria de salud es “la asistencia sanitaria esencial accesible a todos los individuos y familias de la comunidad a través de medios aceptables para ellos, con su plena participación y a un costo asequible para la comunidad y el país.” Cada término de esta definición ha sido elegido con precisión y hace de la atención primaria un pilar fundamental de cualquier sistema sanitario. La labor del personal de atención primaria aumenta su importancia si cabe durante una pandemia. A pesar de ello entendemos que desde la administración no se ha dado el apoyo suficiente a estos trabajadores. Estamos en un momento crítico. Las últimas cifras confirman que tenemos la segunda ola impactando justo en este momento.
La sensación de todos es que no se ha aprovechado el intervalo de bonanza sanitaria ocurrido desde el final del confinamiento hasta ahora. El no haber adecuado los recursos durante estos meses ha hecho que el necesario enfoque hacia una atención telefónica esté siendo errático y provocando que los usuarios se sientan indefensos y desatendidos. Éstos comprueban la cada vez mayor dificultad para el acceso a los servicios tanto de primaria como de especializada.
Por un lado, las listas de espera para atención especializada han desaparecido. ¿Qué está ocurriendo con la atención a los pacientes crónicos y oncológicos? ¿Cuánta demora tiene cada especialidad? La pandemia justifica una reordenación del trabajo, pero no evadir la transparencia en algo tan delicado como el tiempo de espera para que nos atiendan en especializada. Por otro lado, los centros de salud (que lógicamente han restringido la atención presencial) no evitan la necesidad de acudir a ellos para trámites burocráticos perfectamente eludibles. Son especialmente significativas las colas que se producen en las mismas puertas de algún que otro centro de primaria y trasladan literalmente una imagen de maltrato al usuario. Todo ello hace que los usuarios manifiesten su descontento precisamente ante los mismos trabajadores que hacen lo que pueden desde la insuficiencia de recursos antes mencionada.
Esta realidad no solo la sufren facultativos y personal de enfermería, sino celadores, personal administrativo, personal de limpieza e incluso personal de seguridad. Queremos hacer público el día a día de los diferentes profesionales de atención primaria desde que comenzó la pandemia:
Los administrativos (además de las gestiones habituales) han tenido que asumir en la práctica las funciones de telefonistas y al acúmulo de solicitudes por vías telefónica, telemática o presencial. Ocurre en multitud de ocasiones que (ante una demanda de atención inmediata) es imposible contactar con el sanitario necesario porque este mismo sanitario está usando constantemente el teléfono para contactar con sus pacientes. Eso sin contar con los fallos del sistema que duplican citas o contienen datos erróneos que obligan a contactar nuevamente con el usuario. Esta sobrecarga de trabajo ocasiona que, a pesar de estar trabajando de forma constante, el usuario perciba retrasos y desatención.
Los celadores (ante el colapso de los administrativos) están colaborando en la atención telefónica y en tareas administrativas, filtran además el acceso al centro de salud afrontando la lógica frustración de los usuarios. Los enfermeros se encargan de las suplencias de los compañeros no sustituidos, asumen la sobrecarga de la limitación del acceso al hospital, así como la realización de pruebas pcr y el aumento de asistencia domiciliaria con las laboriosas medidas de prevención de contagios. A esto en breve se añadirá la próxima campaña de la gripe que prevemos intensa. Por último, vamos a mencionar a los facultativos que asumen agendas con hasta 50 citas lo que hace muy complicado dedicar el tiempo necesario a cada persona. Estamos hablando de asistencias telefónicas, domiciliarias y presenciales a las que apenas se les puede dedicar 5 minutos y a las que se añaden tareas burocráticas, Este colapso unido a la dificultad para derivar a la atención especializada ocasionan nuevamente el enfado de los usuarios. Además de la carencia de protocolos covid actualizados y ágiles.
Por todo lo anterior, cuando sientan que la atención es insuficiente o deficiente enfoquen sus quejas a los libros de reclamaciones no al compañero que hace lo posible para que un sistema con recursos insuficientes y en medio de una pandemia funcione. Y si de paso se unen a nuestras concentraciones también se lo agradeceremos. Por favor canalicen sus protestas a través de reclamaciones, prensa o apoyo en nuestras concentraciones, pero sean conscientes de que nosotros no solo no somos los responsables del colapso de la primaria, sino que también lo sufrimos.