Todos los menores nacidos en el acceso de 2021, que presenten trastornos en su desarrollo, serán derivados al servicio de atención temprana
La Atención Temprana, un enfoque esencial dirigido a la población infantil de 0 a 6 años y sus familias, es un compromiso clave en la promoción del desarrollo infantil y el bienestar de nuestros niños y niñas. Este enfoque, coordinado entre los ámbitos de Sanidad, Servicios Sociales y Educación, se centra en detectar y abordar lo antes posible las necesidades que presentan los niños/as con trastornos en su desarrollo o que corren el riesgo de padecerlos. Estos ámbitos trabajan de forma colaborativa y coordinada para garantizar una detección precoz y proporcionar la atención necesaria en cada institución.
Cuando la detección de dificultades se realiza en el ámbito clínico, se evaluará la derivación a servicios especializados. En los casos pertinentes y con un informe clínico del especialista en Salud Mental, del pediatra de atención primaria, o el especialista que corresponda, se remitirá al Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) para la valoración de la dependencia y la discapacidad, así como para recibir atención especializada directa (niños/as de 0-3 años) tras su valoración de la discapacidad.
Del mismo modo, todos los menores nacidos en el año 2021 serán derivados al Servicio de Atención Temprana (EAT) del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Este servicio determinará la modalidad de escolarización que garantice la mejor respuesta a las necesidades de los niños y niñas. Además, brindará asesoramiento a las familias y, en casos necesarios, ofrecerá atención directa en el campo del lenguaje.
El Equipo de Atención Temprana interviene en las guarderías públicas y privadas en casos con sospecha de dificultades y también recibe en su sede a las familias que lo soliciten, sin que sea indispensable que se haya producido derivación desde pediatría, para lo que pueden ponerse en contacto con el mencionado Equipo en el teléfono 956758160.
La Atención Temprana es un pilar fundamental en el desarrollo saludable de la infancia y refleja el compromiso de nuestras instituciones en garantizar un futuro prometedor para nuestros jóvenes. La colaboración entre los sectores de la Sanidad, los Servicios Sociales y la Educación es esencial para lograr este objetivo.