Francisco Correa amasó más de 30 millones en comisiones ilegales no declaradas. El juicio sienta en el banquillo a 26 acusados, entre ellos la cúpula de la red corrupta y varios abogados que idearon el sistema de fraude.
Dieciséis años después de que estallara uno de los mayores escándalos de corrupción de la democracia española, la Audiencia Nacional comienza a juzgar el epicentro de la trama Gürtel. En el banquillo se sientan 26 procesados, entre ellos los principales cabecillas de la red corrupta que durante años tejió una red de favores, adjudicaciones amañadas y comisiones ilegales vinculadas al Partido Popular.
Francisco Correa, considerado el líder del entramado, habría ingresado más de 30 millones de euros en concepto de mordidas que nunca fueron declaradas a Hacienda. Esa fortuna ilícita se habría generado mediante una compleja red de empresas pantalla y sociedades instrumentales, con la connivencia de funcionarios, cargos políticos y un equipo de asesores legales que diseñó el mecanismo para ocultar el origen del dinero.
Este nuevo juicio se centra en el “corazón económico” de la trama: cómo se gestionaron y blanquearon los beneficios delictivos. Además de Correa, entre los procesados figuran algunos de sus colaboradores más estrechos y abogados especializados en derecho fiscal que habrían facilitado el desvío de fondos a paraísos fiscales y la creación de estructuras opacas para evitar el control del fisco.
La Fiscalía Anticorrupción acusa a los implicados de delitos como asociación ilícita, cohecho, falsedad documental, fraude fiscal y blanqueo de capitales. El Ministerio Público sostiene que el grupo operó como una organización criminal durante más de una década, aprovechando su estrecha relación con responsables del PP para adjudicarse contratos públicos a cambio de sobornos.
El caso Gürtel ha marcado un antes y un después en la política española. Las ramificaciones de la trama provocaron la caída de altos cargos del PP y fueron una de las causas que precipitaron la moción de censura que en 2018 sacó a Mariano Rajoy de la Moncloa.
Con este juicio, la justicia busca cerrar uno de los capítulos más oscuros de la política reciente en España. La vista oral se prevé larga y compleja, pero clave para esclarecer hasta dónde llegaron los tentáculos de una red que durante años operó con impunidad.
