No todas las personas católicas pudieron asistir para acompañar al Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que tuvo lugar recientemente en Lisboa. El Arzobispo de Rabat y jefe de la Iglesia norteafricana, Monseñor Cristóbal López Romero, realizó una acción de protesta en apoyo y solidaridad con cientos de jóvenes africanos a los que Europa cierra las puertas, ni siquiera cuando el sucesor de Pedro en la tierra acude a bendecir a la juventud, pieza fundamental de su misión pastoral.
Monseñor López Romero ha expersado su rechazo e indignación contra la política de fronteras europea en un artículo publicado en el semanario catolico «Vida Nueva Digital»
Para el obispo «Lisboa no se encuentra a una corta distancia de Rabat, pero se halla a tan solo una hora de vuelo desde varios aeropuertos internacionales de Marruecos» El deseo de asistir a la JMJ y estar en un espacio compartido con jóvenes se alinea con la esencia salesiana de Monseñor López Romero.
Participar en un encuentro global en torno a la figura de Jesús sería aún más significativo. La presencia del Papa, la guinda del pastel, habría sido una motivación adicional. Entonces, ¿por qué no estuvo presente?
La razón, según el Obispo de Rabat, radica en la solidaridad con los jóvenes africanos que deseaban estar en el evento y no pudieron. Además, su ausencia puede considerarse como un acto de protesta en contra del sistema político de la Unión Europea. El cierre de fronteras y las restricciones de acceso al territorio para quienes carecen de un pasaporte «adecuado» generan una reflexión profunda en Monseñor.
El acceso a la JMJ en Lisboa se convirtió en un proceso filtrado para muchos jóvenes. La barrera económica se erigió como el primer obstáculo, especialmente para los jóvenes cristianos en Marruecos, en su mayoría estudiantes universitarios subsaharianos o migrantes irregulares.
El costo asociado resultaba inalcanzable para ellos. Aunque algunos hubieran podido encontrar apoyo financiero de familiares o amistades, surge el segundo filtro: la obtención de un visado. La mayoría de ciudadanos africanos requieren una visado para ingresar en España y Europa. Esta exigencia implica un coste elevado, así como la presentación de documentos como seguro médico, reserva de hotel, pasajes de ida y vuelta, carta de invitación y demostración de solvencia económica.
El proceso de obtención de un visado resulta especialmente complicado sin tener un empleo estable, una dirección comprobada, cuenta bancaria o tarjeta de crédito. La dificultad de este proceso lleva a muchas personas a emprender riesgos al atravesar el Estrecho en embarcaciones precarias o intentar saltar las vallas de Ceuta o Melilla.
Para el arzobispo de Rabat la elección de cruzar en patera no es caprichosa ni económica, ya que en realidad resulta más costosa, la propia vida está en juego.
La ausencia de López Romero en la JMJ de Lisboa ha sido una declaración de solidaridad y protesta. La decisión de no asistir se basa en comprender los desafíos que enfrentan quienes luchan por superar las barreras de acceso impuestas por sistemas políticos cerrados y restrictivos. En la publicación refleja una postura de conciencia y empatía hacia aquellos que, debido a circunstancias difíciles, no pueden participar en eventos globales de relevancia.
Enlace al artículo del Cardenal arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero: https://www.vidanuevadigital.com/blog/jmj-en-portugal-sin-marruecos-cristobal-lopez-romero-sdb/
¿Le parece poco al arzobispo de Rabat, la acogida, mantenimiento y sostén de MENAS que España y los españoles realizan cotidianamente con miles de jóvenes magrebíes?