Varias grabaciones han ayudado a constatar la celebración de reuniones entre adjudicatarios de contratación pública, los responsables del órgano de contratación y dirigentes CPM, resalta vozpopuli,
«La base», este era el nombre que varios exdirigentes de Coalición por Melilla (CPM) le dieron a un pequeño bar situado en la calle Farhana en Melilla, desde donde se organizarían las operaciones destinadas para la compra de votos por correo. Según un informe policial, recogido en el sumario del caso y al que ha tenido acceso Vozpópuli, varios integrantes de la formación política, con su líder a la cabeza, Mustafá Aberchán, se reunían de forma habitual con adjudicatatios de contratación pública en este local, «desde donde dirigía toda la estrategia de la organización criminal».
Según confirman a este medios fuentes cercanas a la investigación, este pequeño establecimiento, cerrado al público desde hace más de un año, es propiedad de un antiguo militante de CPM -ya jubilado-, el cual le cedía el espacio al expresidente melillense y a sus socios. Gracias a las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad instaladas en el local, los investigadores han podido constatar la celebración de reuniones habituales entre empresarios adjudicatarios de contratación pública, con los responsables del órgano de contratación y dirigentes de la formación política CPM.
A lo largo de veinte páginas, la Policía Nacional recoge diferentes instantáneas donde puede verse a Mustafá Aberchán en compañía de algunos de sus colegas de partido, como es el caso de los exconsejeros Rachid Bussuan, Hassan Mohatar, Dunia Almansouri, Yonaida Sel Lam y Mohamed Ahmed. Al frente, bordeando una larga mesa de oficina que poco o nada tiene que ver con la estética de bar de barrio que puede verse al fondo, diferentes empresarios, según la Policía, colaboradores de la trama y beneficiarios de «numerosos contratos menores desde las consejerías gobernadas por CPM».
Los agentes han podido conocer el nombre en clave con el que llamaban a este lugar de encuentro, gracias al volcado de los teléfonos de varios de los investigados y a la existencia de un chat de WhatsApp bautizado con esta denominación: «La base». En diferentes mensajes de texto, varios interlocutores -la mayoría miembros de CPM por entonces- hacen alusión a este local, señalando las precauciones a tomar ante la inminente redada policial.
Y es que tal y como señalan los investigadores en el sumario, varios colaboradores de la presunta red de Aberchán estarían al tanto de que las autoridades les pisaban los talones y que se iba a producir una redada policial, pocos días antes de la cita ante las urnas. Los agentes señalan la existencia de «filtraciones perfectamente acreditadas, que partieron de la propia institución policial», sobre el operativo policial de 23 de mayo de 2023, en el que se detuvieron a diez personas relacionadas con la presunta compra de votos. Describen que el dispositivo «estaba previamente anunciado y conocido por algunos de los investigados», tal y como se deduce de un mensaje de WhatsApp en el que «uno de los principales líderes de la organización criminal» alerta del operativo.
Esta conversación tiene lugar poco antes de las entradas y registros, donde el líder de campaña de la formación, Abdelrahen Sellam, dice abiertamente que conocía la realización del operativo, que los iban a detener a todos y la hora en la que se iba a realizar. «Esto evidencia una filtración del operativo que los investigadores entienden que procede de las unidades policiales uniformadas, que fueron convocadas a las 6.00 horas», añade el sumario.
«Llevo toda la noche despierto… porque nos dijeron a las 6», comenta Abdelmayid B.M. a lo que responde Abdelrahen Sellam: «Sí, lo tienen claro». Seguidamente, los implicados confirman por escrito sus peores augurios, ya anunciados: «Redada en la base, acaban de entrar en la base».
En ese momento, ambos hablan del registro efectuado por la Policía Nacional, el cual lo atribuyen a un interés partidista del Partido Popular por boicotear su campaña para ganar las elecciones. Según puede verse en los mensajes, los investigados achacan las posteriores detenciones al miedo de sus contrincantes políticos a que CPM repita al frente del Ejectivo de Melilla.
La Policía denuncia en uno de los atestados del sumario que dicha filtración ha perjudicado a las diligencias ordenadas por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Melilla, dado que algunos de los investigados huyeron, «llevándose consigo lo que hubiese de interés para la investigación».