El Día Internacional por la Igualdad Salarial, decretado por Naciones Unidas, se celebró el pasado 18 de septiembre. Según este organismo, la brecha salarial entre hombres y mujeres está en torno a un 23%. Mientras que los datos del estudio de CCOO ’Igualdad retributiva, un derecho pendiente’, nos dan un poco de esperanza, ya que la brecha de género ha disminuido en los últimos años en España
El pasado 18 de septiembre fue el Día Internacional por la Igualdad Salarial, proclamado por la Asamblea Nacional de Naciones Unidas el 15 de noviembre del pasado año. En España también tenemos un día dedicado a esta lucha, el 22 de febrero, decretado por el Consejo de Ministros mediante el Acuerdo del 26 de febrero de 2010. Además, en Europa hay un Día Europeo de la Igualdad Salarial, que varía de fecha cada año según los datos que publica Eurostat.
La brecha salarial está en torno a un 23%, porque a las mujeres se les paga menos que a los hombres en todas las regiones, según explica Naciones Unidas. En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, se quiere alcanzar la igualdad de género, el empoderamiento de todas las mujeres y niñas y la equidad salarial por un trabajo de igual valor.
En España, la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de CCOO (Comisiones Obreras) ha realizado el estudio ‘Igualdad retributiva, un derecho pendiente’, donde se da a conocer que en el año 2017 el salario medio era de 23.646 euros anuales, siendo de 26.392 euros en hombres y 20.608 en mujeres.
En 2016, los ingresos brutos por hora de las mujeres eran un 16% inferior a los de los varones y, tras la jubilación, este porcentaje aumenta exponencialmente con una brecha de género en materia de pensiones del 37%. El dato positivo es que la brecha salarial en España ha disminuido ligeramente en los últimos años.
La diferencia entre un género y otro tiene que ver con las barreras que tienen las mujeres en el acceso a encontrar un empleo, la segregación o los obstáculos de las trabajadoras para acceder a los puestos de mayor responsabilidad, que están mejor remunerados.
El 25% de las mujeres asalariadas tiene una jornada a tiempo parcial. Uno de los motivos por el que las mujeres no tienen una jornada completa es porque no la han encontrado o por tener que cuidar menores o adultos dependientes. Esta jornada es una barrera que dificulta a las mujeres poder conseguir una autonomía personal. Además, el 68,7% de las mujeres que trabajan a tiempo parcial lo hacen en el sector servicios, en trabajos como: hostelería, empleo doméstico, actividades administrativas y actividades sanitarias.
La tasa de empleo femenina disminuye si tienen hijas o hijos, pero en el caso de los varones pasa al contrario. Esto contribuye a aumentar la brecha de género. Hay que sumar que las mujeres encuentran trabas con la conciliación, porque no reciben el apoyo suficiente por parte de sus jefes.
PSOE y Unidas Podemos en diciembre de 2019 firmaron un programa que recoge diferentes medidas destinadas a mejorar la situación laboral de las mujeres, como: una ley que garantice la igualdad retributiva y profundice en la igualdad de trato y de oportunidades, equiparación de los permisos de paternidad y maternidad, garantizar el derecho a la adaptación de la jornada de trabajo hasta que los menores cumplan 12 años, intensificar la Inspección de Trabajo y Seguridad Social e impulsar la lucha contra el fraude laboral y adoptar medidas para garantizar la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los organismos y órganos públicos.
El Acuerdo por la Igualdad efectiva entre mujeres y hombres firmado el pasado 30 de julio por los Ministerios de Trabajo, Igualdad, el Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), establece garantizar la igualdad retributiva con un registro en las empresas de más de 50 trabajadoras y trabajadores, para advertir si existe hipervaloración o infravaloración del puesto según el género.
Las herramientas para la igualdad acordadas por el Ministerio de Igualdad y el Instituto de la Mujer en materia de corresponsabilidad y conciliación son: fomentar la asunción de la responsabilidad de los cuidados de forma equitativa; realizar encuestas periódicas para adaptar las medidas a las necesidades del personal; garantizar que la plantilla conozca las medidas; promover los derechos de conciliación por parte de los hombres; fomentar el uso de las TIC y el teletrabajo, además de permitir flexibilidad de entrada y salida como la adaptación de horarios; por último, evaluar las medidas que ejerce la empresa.
Por otra parte, los gestos por la igualdad retributiva del Ministerio de Igualdad y el Instituto de la Mujer se reducen en cinco: acceso al empleo, promoción y liderazgo, corresponsabilidad y conciliación, valoración de puestos de trabajo y transparencia e igualdad salarial.
Para finalizar, uno de los objetivos que llega a su fin este año es la Estrategia Europea 2020 (EE2020), que se basaba en asentar una economía social en un mercado sostenible y aumentar el nivel de empleo de la población entre 20 y 64 años con una mayor participación de las mujeres.