La joven chef vasco-marroquí es reconocida por empoderar a las mujeres africanas, una labor que realiza desde su propio restaurante en la medina de Fez. Además, se ha convertido en un referente para la cocina a nivel internacional, y «no se puede entender una reunión de grandes chefs sin que esté ella» argumenta la vicepresidenta de BPW Ceuta, que ha presentado su candidatura, que asegura que «su trayectoria se resume en dos palabras: perseverancia y sueños»
La chef Najat Kaanache, se ha convertido en un referente para la cocina a nivel internacional, y «no se puede entender una reunión de grandes chefs sin que esté ella» argumenta la vicepresidenta de BPW Ceuta, que asegura que «su trayectoria se resume en dos palabras: perseverancia y sueños».
Su familia de migrantes marroquíes, se fue al País Vasco en busca de trabajo. Ella nació en San Sebastián, y pasó su infancia en Orio. «En principio quiso dedicarse al teatro y estudió cine en la Surrey University de Londres. Trabajó algunos años en la televisión española, pero se cansó de su papel de “chica marroquí”, y por eso decidió estudiar cocina en el prestigioso Albeda College de Amsterdam», detallan en la propuesta des de la asociación.
“De niña tuve una vida de pobre, esa es mi riqueza”, aseguraba la galardonada en una entrevista (7caníbales.com) para recordar su infancia junto a su abuela, quien la enseñó a comer. En su casa, decían “cultiva porque si no, no tendrás para comer”, de ahí la importancia que ella da a los guardianes de la agricultura, que son todas las personas que se dedican a cultivar y son indispensables.
La joven chef vasco-marroquí es reconocida por empoderar a las mujeres africanas y esa labor se realiza desde su propio restaurante: “En Nur trabajan muchas mujeres. Yo he tenido la fortuna de tener doble nacionalidad y poder viajar. Yo quiero que ellas puedan tener su propio futuro, que puedan ser independientes económicamente y puedan dar educación a sus hijos. Si sé que alguna es maltratada, la ayudó para que pueda separarse si eso es lo que quiere. Hay que verlas, el alma que ponen en la cocina, son mágicas y hay que darles una oportunidad… En la Medina hemos podido dar trabajo a mucha gente, pero aunque vienen turistas, con la única intención de comer y se van al día siguiente, mi objetivo es que nuestra manera de cocinar, nuestra cultura y la tradición no se pierdan y que estas mujeres tengan un futuro”, afirmaba en una entrevista en Alimente+.
El Jurado del Premio Convivencia, compuesto por Fundación, el consejero Carlos Rontomé; la subdirectora general de Libertad Religiosa del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Mercedes Murillo; el coordinador de la Casa Árabe en Córdoba, Javier Rosón; la directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, Inés Mazarrasa; Sony Vashdev y Moisés Gabizón como representantes de la Comunidad Hindú e Israelita respectivamente y la secretaria de la Fundación, Isabel Valriberas, ha decidido otorgar la decimoctava edición del galardón a esta chef que «empodera a mujeres«.
En total, son catorce las candidaturas que se han puesto encima de la mesa para decidir el siguiente en la lista de condecorados que, hasta hoy, conforman en orden cronológico inverso: el obispo Juan José Aguirre, los Franciscanos de Tierra Santa, la niña paquistaní Malala Yousafzai, el escritor Mario Vargas Llosa, la organización no gubernamental Sonrisas de Bombay, la activista Helen Lieberman, el científico Manuel Elkin Patarroyo, la Fundación Miguel Gil Moreno, el maestro Daniel Barenboim, el economista y Nobel de la Paz Muhammad Yunus, la Asociación Víctimas del Terrorismo en España, el Pueblo de Madrid, el Pueblo de El Salvador, el escritor y filántropo Dominique Lapierre, la asociación Mensajeros de la Paz, el misionero Vicente Ferrer y el expresidente Adolfo Suárez.
Que gracia me da cuando ponen » vasco-marroqui», ya se ve por su atuendo, que porporcion tiene de vasco, 0,0%