Reiteran su firme condena a la violencia, «máxime contra casas y siervos de Dios, acciones absolutamente contrarias a las enseñanzas del Corán y a las claras enseñanzas de la Sunna. Es una ofensa contra Dios y los profetas de Dios la violencia gratuita y el cruel derramamiento de sangre en este aborrecible asesinato, que condenamos y rechazamos con repugnancia», denuncian
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La Comisión Islámica en España (CIE) ha enviado un comunicado de prensa para mostrar que «con gran estupor quedamos conmocionados por la abominable acción criminal asesina y desalmada, en el terrible ataque contra religiosos y fieles inocentes, en un espacio sagrado de nuestros hermanos y conciudadanos católicos en Algeciras, perpetrado con total desprecio a la vida humana y a los siervos de Dios, lo que merece nuestra más rotunda repulsa y condena«.
Desde la CIE condenan enérgicamente, esta acción asesina, «sintiéndonos solidarios con nuestros hermanos católicos y con nuestros hermanos religiosos católicos a quienes abrazamos con afecto y solidaridad, con quienes nos sentimos consternados y horrorizados, hermanados todos siempre y ante la terrible pérdida, y en circunstancias tan violentas, del sacristán Diego Valencia, una persona querida y apreciada por todos«.
Reiteran una vez más, su firme condena a la violencia, «máxime contra casas y siervos de Dios, acciones absolutamente contrarias a las enseñanzas del Corán y a las claras enseñanzas de la Sunna. Es una ofensa contra Dios y los profetas de Dios la violencia gratuita y el cruel derramamiento de sangre en este aborrecible asesinato, que condenamos y rechazamos con repugnancia», denuncian.
Agradecen a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad «su labor en el buen desempeño de su trabajo, y manifestamos nuestro hondo pesar y solidaridad a las víctimas, familiares y amigos; a la comunidad católica y sus religiosos y religiosas, con el deseo de pronta recuperación a los heridos, entre ellos el sacerdote Antonio Rodríguez«.
Por último, ruegan «a Dios Altísimo por el alma del sacristán fallecido y la recuperación de los heridos, así como por una convivencia en paz, libre de odio, y que guíe a la humanidad para no caer en la propaganda del odio y la violencia».