El patrón mayor de la cofradía de pescadores, Rafael Ariza, denuncia que a los trabajadores del sector pesquero les han obligado a dejar sus vehículos fuera de las instalaciones sin comunicárselo previamente «ni verbal, ni oralmente»
El patrón mayor de la cofradía de pescadores, Rafael Ariza, ha pedido la dimisión del presidente de la Autoridad Portuaria de Ceuta, Juan Manuel Doncel, tras un conflicto ocasionado entre ambas entidades. Asimismo, como Ariza ha explicado a este medio, a los trabajadores del sector pesquero se les ha obligado a dejar sus vehículos fuera de las instalaciones.
Señalan que esta «ley» no se les ha comunicado «ni oral, ni verbalmente», sino que ha sido el personal de seguridad el encargado de trasmitírselo a la cofradía de pescadores. Una modificación que afecta a 19 trabajadores y alrededor de 12 vehículos que meten en las instalaciones cuando acuden a su puesto de trabajo.
Ariza asegura que están autorizados para estacionar sus vehículos dentro de las instalaciones y que así lo demuestra la acreditación que tienen para fichar la entrada en sus coches, por lo que ha pedido a su trabajadores que sigan metiéndolos dentro de las infraestructuras. Sin embargo, apunta que esto se ha traducido en «represalias» ya que les han notificado si lo siguen haciendo serán multados. El patrón mayor de la cofradía de pescadores no entiende esta modificación ya que tanto él como el resto de trabajadores del sector pesquero cotizan y pagan sus impuestos, además de mantener la dársena que tienen asignada.
No están de acuerdo con la decisión que ha tomado la Autoridad Portuaria de Ceuta, ya que reclaman que entran y salen a sus puestos de trabajo en horas comprendidas durante la madrugada, algo que se volvería una preocupación si tuvieran que estacionar sus vehículos fuera, «desprotegidos de la delincuencia».
Acusan a la Autoridad Portuaria de «desahucio» y les reprochan que les permitan entrar andando y no con su vehículo, algo que, señala, no ocurre igual con los miembros de la entidad que, según apunta el denunciante, estos sí podrán estacionar sus vehículos dentro de las instalaciones. «No somos analfabetos, ni animales, somos trabajadores», reivindica Ariza, que cuenta con más de 40 años de experiencia en este sector.