La Comisión Europea (CE) ha dado luz verde al plan fiscal presentado por España, extendiendo su duración de cuatro a siete años. Esta decisión se enmarca dentro del paquete de otoño que inicia el Semestre Europeo, proporcionando directrices estratégicas para que los Estados miembros alcancen sus objetivos económicos.
El nuevo marco de gobernanza económica, vigente desde abril, promueve la estabilidad macroeconómica mediante políticas realistas y una deuda manejable. Incluye un indicador de gasto neto plurianual que facilita el seguimiento de la situación económica de cada país, alentando reformas e inversiones para un crecimiento sostenible a largo plazo.
Este marco establece reglas fiscales más simples y transparentes, adaptadas a la situación de cada país, permitiendo medidas fiscales graduales. Busca una reducción realista de la deuda pública, que aumentó durante la pandemia y la crisis energética. Todos los Estados miembros deben incluir reformas e inversiones en sus políticas a medio plazo.
España, junto con Finlandia, Francia, Italia y Rumanía, ha visto ampliada su trayectoria neta de gasto de cuatro a siete años. La CE considera que estos países mantienen la capacidad de pagar su deuda, incluso aquellos que han recibido asistencia financiera como Chipre, Grecia, Irlanda, Portugal y España.
El Gobierno español se ha comprometido a reducir el déficit al 1,6% en 2028, mientras que el gasto crecerá un 3,4% de media anual. Según el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, esta aprobación permitirá proteger el Estado del bienestar y sostener inversiones estratégicas, reduciendo el peso de la deuda y el déficit sobre el PIB.
La CE también ha evaluado los proyectos de plan presupuestario de 17 miembros de la eurozona, centrando su análisis en el crecimiento del gasto neto en 2024 y 2025. Ocho países cumplen con las recomendaciones fiscales, mientras que otros, como Estonia y Alemania, no están completamente alineados.
En cuanto a los próximos pasos, el Consejo y el Eurogrupo debatirán los elementos presentados en este paquete fiscal de otoño. Una vez aprobados los planes a medio plazo, la CE supervisará el cumplimiento de los compromisos, requiriendo informes anuales de los Estados miembros.
La segunda parte del paquete de otoño incluirá la estrategia anual de crecimiento sostenible y recomendaciones para la zona euro, entre otros elementos. Este enfoque integral busca reforzar la sostenibilidad de las finanzas públicas y elevar el potencial de crecimiento económico en toda la UE.