A sus 38 años, Rafael Nadal juega en Málaga desde hoy su último torneo como profesional, buscando su sexta Ensaladera de Plata.
El tiempo no perdona, ni siquiera a Rafael Nadal. El balear se despide oficialmente del tenis en la Final a 8 de la Copa Davis en Málaga, un escenario que le trae gratos recuerdos. “Me hace mucha ilusión que mi último torneo sea la final de la Copa Davis, representando a mi país. Creo que cerrar el círculo aquí es perfecto, ya que una de mis primeras grandes alegrías fue en la final de Sevilla en 2004”, recuerda el tenista.
A los 18 años, Nadal saltó al firmamento del tenis mundial al derrotar a Andy Roddick, el número dos de la época, en ese mismo torneo. En aquella final de La Cartuja, jugó al lado de Carlos Moyá, su futuro entrenador, y de Juan Carlos Ferrero, quien más tarde sería mentor de Carlos Alcaraz. Desde entonces, Nadal ha sido pieza clave en el éxito del tenis español en la Copa Davis, con cinco títulos más en su haber: 2008 (aunque no jugó esa final, pero sí en cuartos y semis), 2009, 2011, 2019 y 2021.
Desde el primer título de España en 2000 contra Australia, Nadal ha sido protagonista en cada uno de esos triunfos, consolidándose como el gran emblema del tenis masculino español en la competición por equipos. Aquel primer triunfo lo celebró en el Palau Sant Jordi, donde Rafa era el abanderado del equipo, después de que Pedro Hernández, responsable de comunicación de la RFET, lo propusiera. A pesar de su juventud, la Federación española ya reconocía su enorme potencial, como recuerda Albert Riba, director técnico de la época.
“Era el mejor de su generación a nivel mundial, junto al francés Richard Gasquet, y lo veíamos como una gran promesa”, recuerda Agustí Pujol, presidente de la Federación en aquel entonces.
Nadal, a pesar de su templanza en la pista, era un joven tímido que se mostró reticente a interactuar con sus compañeros. Juan Carlos Ferrero, por ejemplo, no conocía a Rafa en aquellos días: “Me dijeron que era un chaval que jugaba bien”, recuerda el ex tenista. Para algunos miembros del equipo, como Juan Avendaño, ver a Nadal en el Sant Jordi en 2000 era una sorpresa. “Lo primero que pensé al verlo allí fue que era un recogepelotas”.
Sin embargo, Albert Costa, un veterano de la Armada española, ya había coincidido con él en una prueba del circuito Nike y sabía que el joven tenía algo especial. «No podía imaginar todo lo que lograría, pero ya vi que era diferente», cuenta Costa.
Hoy, con 38 años y en su último torneo, Nadal se enfrenta a la Copa Davis con el mismo deseo y garra que lo ha caracterizado durante su carrera. Y aunque Carlos Alcaraz, el actual número uno del tenis español, reconoce que “la despedida de Nadal es mucho más importante que la propia Copa Davis”, no cabe duda de que este torneo será un homenaje a la leyenda del tenis, quien convertirá Málaga en la capital mundial de este deporte para su última danza.
Un mes atrás, después de conseguir el ‘Six Kings Slam’, parecía impensable que Nadal estuviera en su mejor forma para este evento. Sin embargo, hoy se muestra preparado para todo, con la mira puesta en su última gran victoria. Mientras tanto, su imagen brillará en las calles de París gracias a Nike, que iluminará la ciudad en honor a su legado.