Por fin hay enfermeras escolares en los centros educativos y es algo que desde SATSE se celebra, pero los problemas no han acabado. Además de seguir sin ser puestos estructurales y funcionar a través de contrataciones del plan de empleo, la descoordinación entre centros es uno de los principales problemas que se está dando en la implantación de la enfermera escolar.
Hay 14 profesionales para 24 colegios, 6 institutos y San Antonio, que ya de por sí, denuncia SATSE, no tendría que formar parte de esta relación de centros al tener su propia plantilla de enfermeras. Con estos números, hay sanitarias que tienen asignados hasta 5 centros educativos, con la problemática que esto conlleva.
La falta de coordinación entre los diferentes centros educativos hace que las enfermeras escolares no puedan ofrecer un servicio óptimo. SATSE señala que la carga de trabajo es insostenible y que la calidad de la atención sanitaria se ve comprometida.
Además, el hecho de que estas posiciones no sean estructurales y dependan de contrataciones temporales del plan de empleo genera una gran inestabilidad laboral. Las enfermeras no saben si podrán continuar en sus puestos más allá del término de sus contratos actuales, lo que añade una capa adicional de estrés e incertidumbre.
Propuestas de mejora
- Convertir las posiciones de enfermeras escolares en puestos estructurales para garantizar la estabilidad laboral y la continuidad del servicio.
- Aumentar el número de enfermeras escolares para reducir la carga de trabajo y mejorar la calidad de la atención sanitaria en los centros educativos.
- Mejorar la coordinación entre los diferentes centros educativos para optimizar el uso de los recursos disponibles.
SATSE también sugiere la creación de un protocolo claro que defina las responsabilidades y funciones de las enfermeras escolares en cada centro. Esto ayudaría a evitar malentendidos y a asegurar que todas las partes involucradas estén alineadas en cuanto a las expectativas y objetivos.
En resumen, aunque el regreso de las enfermeras escolares es un paso positivo, queda mucho por hacer para asegurar que estas profesionales puedan desempeñar su labor de manera efectiva y sostenible. SATSE continuará abogando por mejoras en la coordinación y en la estructura de estos puestos para garantizar una atención sanitaria de calidad en los centros educativos.