El presidente del Foro de la Educación ha hecho una convocatoria para una próxima reunión que tendrá lugar el día 29 de enero en el Ministerio de Educación, y en el orden del día consta un punto esperanzador para la infancia de Ceuta, que es el Derecho Universal a la Educación de los Menores.
El artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos indica en su primer punto que «toda persona tiene derecho a la educación», así comienza un capítulo esperanzador que señala que «la educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental». En el mismo apartado, se establece como un derecho que la instrucción elemental será obligatoria.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos aboga porque la educación tenga por objeto «el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz».
Unicef señala que «si hay algo que tienen en común todos los niños y niñas del mundo, sin excepción, son sus derechos. Hayan nacido donde hayan nacido, tengan el color de piel que tengan y sea cual sea su condición económica o sexual, todos los niños del mundo tienen los mismos derechos».
En la Convención sobre los Derechos de la Infancia, en su artículo 28 queda recogido que » Todo niño tiene derecho a la educación y es obligación del Estado asegurar por lo menos la educación primaria gratuita y obligatoria. La aplicación de la disciplina escolar deberá respetar la dignidad del niño en cuanto persona humana».
¿Por qué es necesario llevar este punto al orden del día del Foro de la Educación? ¿Es que a caso no está garantizado este derecho para los y las menores que viven en Ceuta?
Lo que pasa en Ceuta con los menores, no pasa en ninguna ciudad española. En España la educación es obligatoria hasta los 16 años y las instituciones pelean porque los niños y niñas menores se escolaricen, vayan a la escuela y aprueben un currículo.
En Ceuta ocurre todo lo contrario, y así lo ha denunciado Digmun en múltiples ocasiones, «en Ceuta existen menores que se les niega el derecho a la educación por no estar empadronados, a pesar de vivir en la ciudad y tener arraigo en Ceuta porque su familia reside desde hace tiempo». Estos menores no escolarizados, pese a ser un derecho y una obligación, son atendidos por Digmun con un subvención de la fundación Educo.
Por otra parte, los menores no acompañados del centro de la Esperanza no siempre reciben cobertura educativa en centros públicos o concertados de la ciudad, pero son atendidos, en algunos casos, en cursos organizados por entidades sociales, o en otros casos en ciclos formativos o en las Aulas De Inmersión Lingüística que Digmun lleva a cabo desde hace 4 años con subvención de la Consejería de Asuntos Sociales, «pero esta cobertura no es suficiente para atender de forma reglada y legar a todos los chicos que se encuentran en el centro».