El presidente de la Junta de Personal Docente ha aplaudido que «se establezca la normalidad en las aulas», aunque ha recordado que sigue siendo un curso atípico y en el que hay que seguir cumpliendo las medidas de prevención contra la COVID-19. Algo que, critica, en muchas ocasiones es imposible debido a «incoherencias» entre los protocolos marcados por el MEFP y la realidad de los centros educativos
El curso 2021-22 ha comenzado de manera «normal«. Con gran parte de la población estudiantil y el profesorado vacunada y la vuelta a la jornada lectiva de cinco horas, es el curso más parecido a la antigua normalidad que se está viviendo desde que llegara la pandemia a nuestras vidas. No obstante, esta «normalidad» no lo es del todo, ya que en los centros se siguen manteniendo las medidas de prevención contra la COVID-19 y las mascarillas y geles hidroalcohólicos, así como la distancia interpersonal, siguen muy presentes en las aulas.
Precisamente esta distancia es uno de los principales problemas que señalan desde la Junta de Personal Docente. Cuando se le pregunta por la vuelta al cole en este mes de septiembre, su presidente, Francisco Lobato, en declaraciones a El Foro de Ceuta, ha recordado que este comienzo de curso «sigue siendo atípico» y que hay algunas «incoherencias» en los protocolos fijados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional para prevenir la COVID-19 en las aulas.
«El protocolo del MEFP está muy bien pero no se puede cumplir«, ha afirmado Lobato, que señala que con los ratios de alumnos que hay actualmente y el espacio con el que cuentan las aulas, no hay espacio suficiente para guardar la distancia de un metro y medio entre alumnos. «Por ejemplo, si un centro cuenta con un aula de 37 metros cuadrados y tiene 27 alumnos, que es el máximo que se permite, no hay distancia», ha explicado.
Otra de las carencias en los centros educativos durante este curso que comienza, es la falta de medidores de CO2 y filtros EPI, según se señala desde la Junta de Personal Docente, que ha criticado que una vez más vuelva a optarse por la «ventilación cruzada«, es decir, abrir puertas y ventanas, con los problemas que esto ocasiona sobre todo en los meses de invierno, en los que el pasado año muchos alumnos llegaron a asistir a clases provistos de gorros y guantes para combatir el frío.
El presidente de la Junta de Personal Docente ha aplaudido «que se establezca la normalidad en las aulas» pero ha señalado que esta normalidad «tendría que ir acompañada de medidas».
El CUPO COVID se queda, pero sigue faltando personal
El CUPO COVID que se incorporó a las aulas el pasado curso para reforzar las plantillas ante la falta de personal derivada de la pandemia, que dio lugar a numerosas bajas y aislamientos, este año permanecerá en los centros educativos de Ceuta. Unos 160 docentes que se ha conseguido que continúen como recurso «estructural», un logro que desde la Junta de Personal se aplaude y se considera «muy importante«.
No obstante, este refuerzo de personal sigue siendo «insuficiente» para cubrir, por ejemplo, las necesidades de apoyo educativo. Desde los sindicatos han criticado una vez más que se utilicen en numerosas ocasiones los planes de empleo para cubrir plazas que deberían ser estructurales.
Hablamos de puestos como el de los docentes de apoyo adicional de las aulas TEA -que han aumentado su número este curso-, la enfermería escolar o los trabajadores sociales de los centros educativos. Puestos, todos estos, que desde los sindicatos se reclaman que se incluyan en las plantillas y que dejen de ser temporales.