La novedad de este año es que se repartirán folletos específicos sobre el nuevo método de sumisión química. El objetivo de ‘Equipo Ágora’ es fomentar un «ocio libre de agresiones sexistas»
La Consejería de Servicios Sociales, a través del Centro Asesor de la Mujer (CAM), ha instalado un ‘Punto Violeta’ en el recinto ferial, en concreto junto al servicio de Cruz Roja. El recurso permanecerá operativo de 21.30 a 2.00 horas todo este fin de semana y los días 4 y 5, y de 21.00 a 1.00 horas el resto de las jornadas en las que se desarrollen las Fiestas Patronales. Mientras unas dinamizadoras permanecen en el stand informativo, otras visitarán las casetas.
La labor que se lleva a cabo en los ‘Puntos Violeta’ consiste en proporcionar información y difundir materiales de prevención y sensibilización frente a las agresiones sexistas. De igual modo, también se ofrece asesoramiento de cara a la atención y ayuda a posibles víctimas y su coordinación con los recursos policiales y sanitarios de la ciudad. Para ello, estos dispositivos dispondrán de folletos informativos como el decálogo ‘Por un ocio libre de agresiones sexistas’, así como diverso material de ‘merchandising’. Como novedad, este año llevarán un folleto específico sobre la sumisión química.
‘Equipo Ágora’ son las encargadas de llevar a cabo este ‘Punto Violeta’ una vez más en nuestra ciudad y han sido quienes han dado la voz de alarma ante el nuevo método de sumisión química. Tanto, que el Ministerio de Igualdad trabaja en una campaña preventiva e informativa sobre este asunto.
Diferencia entre el vertido en la bebida y el pinchazo
Aunque se esté informando sobre los nuevos métodos de sumisión química para saber cómo proceder ante una agresión, desde Ágora insisten en que «eso no significa que haya ninguna oleada de pinchazos ni que no podamos disfrutar de las fiestas como antes». La diferencia entre el pinchazo y el vertido en la bebida es que además de pedir un análisis para conocer la sustancia, hay que pedir otro estudio serológico porque al ser un inyectable puede ser susceptible de enfermedades de transmisión sanguínea.
¿Cómo podemos detectarlo?
Se habla de sumisión química cuando una persona ha conseguido que se consuma una sustancia en contra de la voluntad. Los síntomas pueden ser parecidos independientemente del método. Asimismo, puede variar en función de la persona así como de la sustancia. Sin embargo, la mayoría es para mermar las capacidades de la otra persona. Los síntomas más habituales suelen ser mareos, cansancio, hormigueo en las extremidades, pérdida auditiva o, incluso, incapacidad de articular bien el habla. Hay quienes llegan a perder la memoria durante horas.
A través de los fondos que recibe del Ministerio de Igualdad para la realización de actuaciones encaminadas a garantizar programas de apoyo a víctimas de agresiones y abusos sexuales, el CAM puso en marcha los ‘puntos violeta’ dirigidos a toda la población.