En tan solo unas horas, Pedro Rocha, virtual presidente de la RFEF, ha pasado de testigo a investigado en el caso Brody y el TAD le ha incoado expediente sancionador, lo que ha generado un problema que el CSD debe solucionar.
Fuentes jurídicas confirmaron que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Majadahonda ha acordado la imputación de Rocha a propuesta de la Fiscalía Anticorrupción, después de que durante el interrogatorio en el que comparecía como testigo respondiese a la mayoría de las preguntas con un «no lo sé».
Una imputación que se produjo el mismo día en que esperaba ser nombrado presidente por ausencia de rivales. Y es que la RFEF celebra elecciones en mayo pero ningún aspirante ha reunido suficientes avales salvo el propio Rocha, que en principio iba a ser nombrado presidente sin oposición alguna. Ni el periodista Carlos Herrera ni la abogada Eva Parera han pasado ese corte, fijado en al menos 21 avales. La fecha para su designación oficial está fijada el 15 de abril pero ahora todo puede irse al traste. Rocha se encuentra al borde la inhabilitación lo que le impediría acceder al cargo.
Negociaciones con la FIFA
Pero ante la gravedad de la situación aún hay más: el Gobierno ya está en contacto con la FIFA y se estudia una posible intervención de la RFEF, según adelanta Onda Cero. Si esto ocurriera el organismo rector de futbol asumiría todos los mandos en La Rozas por un periodo de entre seis y 12 meses. El pacto entre ambas partes es necesario para que el Gobierno no sea acusado de intervencionismo.
No es la primera vez que esta posibilidad se pone sobre la mesa. Tras los registros en La Rozas y la investigación por corrupción y blanqueo, el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, confirmó que “estamos en conversaciones con la Fifa para ir de la mano en las medidas que se tengan que tomar, si es que hay que tomar algunas”.
Unas conversaciones que trascendieron días después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil lanzase una operación por delitos de corrupción y blanqueo de capitales que incluye registros en la sede de la Rfef en Madrid y también en la casa en Granada del que fuera su presidente, Luis Rubiales, por supuestas irregularidades en contratos. Unos contactos que no han sentado nada bien en la Federación que piden que no haya injerencias.
La FIFA está muy atenta a lo que está sucediendo en la Federación Española y ha advertido de que actuará con la contundencia que sea necesaria una vez que la Justicia haga su trabajo. Precisamente el organismo presidido por Gianni Infantino fue la primera que suspendió a Rubiales de manera provisional por 90 días poco después de su beso a Jenni Hermoso y sus gestos obscenos en el palco tras la final del Mundial femenino. A finales de octubre del año pasado confirmó la inhabilitación de tres años a Luis Rubiales para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol por haber vulnerado el artículo 13 del código disciplinario de la FIFA.
Ahora, el futuro inmediato de Rocha y la Federación está en manos del TAD y del Gobierno, que quiere asegurarse el respaldo de FIFA.