Esta condena acabaría con cualquier opción política del líder de SALF hasta 2031.
La Fiscalía General del Estado solicitará formalmente la pena máxima de seis años de inhabilitación especial para cargo público contra Alvise Pérez, líder del partido político “Se Acabó la Fiesta” (SALF), acusándolo penalmente de un presunto delito de incitación a desórdenes públicos tipificado en el artículo 557.1 del Código Penal. Los hechos investigados se relacionan con la convocatoria y organización masiva de más de 20.000 manifestantes frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz exigiendo la dimisión de Pedro Sánchez, lo que supuso un bloqueo prolongado del centro de Madrid durante varias horas y una grave alteración del orden público, causando interferencias en servicios esenciales y alteraciones significativas en el tráfico urbano.
A esta causa penal se suman otras diligencias abiertas por la presunta financiación ilegal del partido SALF, un presunto delito que, aunque no conlleva directamente pena de inhabilitación, podría acarrear fuertes sanciones económicas y otras responsabilidades administrativas o civiles según establece la Ley Orgánica 8/2007, de financiación de partidos políticos.
Asimismo, Pérez enfrenta otra investigación por presunta revelación de secretos oficiales del Estado (artículo 598 del Código Penal), relacionada con la filtración pública de documentos clasificados que implican en presuntos delitos de corrupción al ex-secretario de Estado de Seguridad durante la 2ª legislatura de Mariano Rajoy. Este último cargo, considerado particularmente grave, conllevaría penas de prisión en caso de resultar acreditado en el proceso penal.
En declaraciones a los medios, el ultra Alvise Pérez ha respondido con marcada ironía y total desdén hacia las acusaciones: “Me resulta enternecedor que la Fiscalía trabaje tan arduamente para proteger el sueño y el descanso del presidente Sánchez; sin embargo, si esperan intimidarme con prisión o seis años sin ejercer cargo público, que sepan que les felicito por el intento, pero temo que su entusiasmo supere ampliamente su eficacia jurídica.”
