El instructor del caso y la secretaria de las diligencias han explicado cómo se desarrolló la investigación. Los investigadores encontraron más de 200 fotografías de menores, todos alumnos del acusado, y algunos vídeos de carácter sexual, en los diferentes dispositivos del docente. El 80% del material estaba en el Iphone y del ordenador del acusado
Los agentes de la Guardia Civil que llevaron a cabo la investigación en el ‘caso San Agustín’ son los primeros que han declarado durante la tercera jornada del juicio que se sigue contra el ex profesor del colegio, que se enfrenta a más de 50 años de prisión por la supuesta comisión de diferentes delitos como abuso sexual, corrupción de menores, inducción a la prostitución o tenencia y elaboración de pornografía infantil.
El primer agente en testificar en esta tercera jornada, ha sido el instructor de toda la investigación de la denominada ‘Operación Petrium’. Fue el encargado desde el primer momento en el que puso la denuncia la madre de uno de los alumnos, que descubrió todo por los regalos que traía el niño a casa, tras lo qué acudió al teléfono móvil de su hijo. En el momento de la denuncia, se aportó como primera prueba el teléfono del menor con las conversaciones de WhatsApp y las fotos.
Tras recabar todos los indicios de delito, se solicitó la autorización judicial para la entrada y registro del domicilio, porque había sospechas de que la misma relación que mantenía con el denunciante la tenía con más alumnos. A raíz de los mensajes de texto, la intervención de terceras personas, las fotografías y el vínculo emocional tan latente “veía algo que no era normal”, ha indicado el agente del Instituto Armado que instruyó el caso.
“Quise ser muy garantista. Entre otras cosas porque la relación que tengo con el colegio es excepcional”, ha declarado el instructor. Entraron en la vivienda del acusado buscando más pruebas porque “andaban en el limbo de la sospecha” y encontraron “imágenes más evidentes de las que se vieron en la denuncia”, por lo que se procedió a la detención.
La colaboración del acusado, identificado como A.D.B., fue absoluta. “Nos facilitó nuestro trabajo”, ha explicado el agente, e incluso le dio las claves para acceder a los dispositivos. El acusado colaboró, pero no declaró en ningún momento de la intervención. “Estaba muy nervioso, pero tuvo una actitud correcta”, ha añadido el guardia civil.
En su casa, abrieron el ordenador y encontraron tres imágenes explícitas de menores, momento en el que procedieron a recoger todo el material para su posterior análisis. La abogada de la Administración de Justicia realizó un acta con el número de bolsas en las que se precintó todo el material y posteriormente el instructor elaboró un atestado donde se recoge todo el material intervenido y encontrado.
Existen discrepancias entre el primer acto y el atestado, que se deben a “errores de transcripción”, aunque asegura que en “ningún momento se pierde ni la cadena de custodia ni ningún objeto”. Además, el guardia civil ha explicado cómo se clonaron las pruebas y todo el proceso técnico llevado a cabo.
La información del Iphone
El 80% de todo el material que encontraron estaba en el Iphone y del ordenador de mesa. El 15-20% en algunos CD’s y pendrives. “Todo se basa en hechos contrastados”, ha asegurado el instructor, se sabe quienes formaban parte de las conversaciones o el momento en el que se hicieron las fotografías y vídeos. Cuando se realiza el clonado del Iphone se extrae toda la información del terminal, incluso la eliminada o incluso la información bancaria, “toda”. La secretaria de diligencias ha explicado que toda esa información fue analizada. Cada foto, cada conversación y todo lo que encontraron en el teléfono.
“No sospeché en un primer momento que me iba a encontrar fotografías de más menores y de ese calibre. Solo sospechaba que podía haber algo más, en otras circunstancias u otro tipo de casos directamente hubiera detenido a la persona”, ha destacado el instructor.
La edad de los menores
También ha declarado, otra de las agentes que intervino en la recogida de la denuncia y en la entrada y registro del domicilio, secretaria de diligencias, relatando el mismo proceso que el instructor. Explicó que durante la investigación fueron identificando a los menores que aparecían en las cientos de fotografías encontradas. Según las fechas de las conversaciones de WhatsApp o de las fotografías van atribuyendo sus edades en el momento de los hechos. No llegaron a entrevistar a ninguno de los menores (salvo al menor de la familia denunciante).
También han declarado durante esta parte de la vista oral otros dos guardias civiles que participaron en la intervención, uno ha detallado que en las fotografías que se encontraron en el domicilio había una del menor denunciante de un desnudo integral. El otro ha destacado y asegurado que se guardó toda la cadena de custodia de las pruebas.