El aumento de las agresiones en el ámbito sanitario es una realidad preocupante que ha ido en ascenso. En 2023, se registró un incremento del 10% en las denuncias respecto al año anterior. Este dato refleja una tendencia alarmante que requiere atención y acción inmediata.
En nuestra ciudad, sin embargo, solo se presentó una denuncia formal. Según Elisabeth Muñoz, secretaria autonómica de Satse, esto no significa que las agresiones no ocurran, sino que muchas veces no se denuncian. La razón principal, explica, es la saturación de trabajo que enfrenta el personal de Enfermería, lo que dificulta que los profesionales encuentren tiempo y energía para formalizar una denuncia.
Muñoz enfatiza la importancia de denunciar cualquier tipo de agresión. Hacerlo no solo ayuda a tomar conciencia sobre la gravedad del problema, sino que también es un paso crucial para implementar medidas de protección y prevención efectivas. «Ninguna agresión está justificada», afirma, instando a los profesionales a no normalizar estas situaciones.
Además, Muñoz hace un llamado al Ingesa para que refuerce la educación sanitaria. La formación y concienciación son herramientas fundamentales para reducir las agresiones, ya que promueven un ambiente de respeto y comprensión mutua entre pacientes y personal sanitario.
La secretaria autonómica también sugiere que se implementen protocolos claros y accesibles para facilitar el proceso de denuncia. Esto podría incluir la creación de canales específicos dentro de las instituciones sanitarias donde los trabajadores puedan reportar incidentes de manera confidencial y segura.
En conclusión, aunque las cifras de denuncias no reflejan la totalidad de las agresiones en el sector sanitario, es crucial que se tomen medidas para mejorar la situación. La denuncia es un paso esencial para visibilizar el problema y trabajar hacia un entorno laboral más seguro y respetuoso para todos los profesionales de la salud.