“El Gobierno de Ceuta les dice a los niños de Sidi Embarek que no importan, que no son nadie y que no tienen el mismo derecho que otras barriadas”, denuncia Abdellah Abdellah Mustafa
La desigualdad entre las barriadas de la periferia y el centro de la ciudad es una realidad en muchas ciudades del mundo, y Ceuta no es una excepción. Una de esas barriadas que está luchando para evitar esa marginalidad y abandono es Sidi Embarek. Una zona donde los problemas surgidos por esa falta de atención por parte del Gobierno de la Ciudad se hace patente conforme nos adentramos en ella.
El presidente de la barriada de Sidi Embarek, Abdellah Abdellah Mustafa y el vocal de la misma, Suhail Mehand Lamhamdi, nos reciben en su vecindario para enseñarnos las carencias más destacadas: un huerto a medio hacer; la necesidad de un polideportivo y una sede social, falta de luminaria, etc.
Hay abierta una clara brecha entre las condiciones de vida de las barriadas de la periferia y las del centro de la ciudad, donde se concentran la mayoría de los servicios, recursos y oportunidades. La desigualdad viene ligada, según una parte del movimiento vecinal de la periferia, al “abandono institucional” que la clase política gobernante somete en los núcleos de población menos cercanos al centro. Esto se traduce, en una ciudad tan desigual como la de Ceuta, a un problema social complejo que infunde marginación y que afecta a muchas personas que residen en ella. El presidente de Sidi Embarek afirma que “las barriadas situadas en el campo exterior de la ciudad, suelen ser zonas de baja calidad de vida, con niveles elevados de pobreza, desempleo, inseguridad, graves carencias de vivienda y que sufren la escasez de servicios básicos debido a la falta de inversión y recursos por parte de la administración que preside Juan Vivas”. Además, la infraestructura básica en estas zonas suele estar en mal estado, lo que contribuye a un ambiente poco saludable y peligroso para las personas que viven allí.
La junta de la asociación es joven, desde el presidente hasta el vocal, el más mayor tiene 25 años. Aunque esperan cambios porque muchos de ellos se irán fuera de España a buscar una vida mejor. “No hay oportunidades, nos topamos con que muchos se tienen que ir, es decir, Juan Vivas nos ha dejado sin junta. Se van para buscar el pan para ellos y su familia”, afirma.
“Promesas incumplidas”
La situación de los vecinos y vecinas la califica Mustafa como “fatal, hay mucha pobreza. Nosotros intentamos mantener la barriada en buenas condiciones. Estoy muy contento porque tenemos mucha unidad entre nosotros. Hacemos actividades para mantener la hermandad, el problema es que no hay fondos ni local para realizarlas, solo podemos hacerlas al aire libre”. Por este motivo, estas han sido paralizadas durante cuatro meses porque no tienen sede.
Denuncia que esta situación supone para la población “desigualdad, sienten que otras barriadas tienen preferencias. Ellos tienen el mismo derecho que otros a tener un espacio donde desarrollarse. El Gobierno de Ceuta les dice a los niños de Sidi Embarek que no importan, que no son nadie y que no tienen el mismo derecho que otras barriadas”.
En esta línea, intentaron presentar un proyecto a través de Ceuta Ya! para tener una sede social de la que nunca han obtenido respuesta. “Desde 2003 llevamos solicitándolo, es como predicar en el desierto”.
Otro punto flaco de la barriada que definen entre risas como “un aparcamiento, donde hemos puesto una portería para jugar al fútbol. Tuvimos que intentar arreglarlo entre todos, pero lamentablemente no hay recursos. Cada vez que chutan el balón se embarca en la ladera y tienen que bajar a por él”.
Y, no suficiente con ello, el resto del antiguo polideportivo lo desecharon en la ladera cercana al campo de fútbol. “Nadie ha venido a recogerlo, eso es muy peligroso para los niños pequeños, así que muchos dejan de venir por eso”.
Del mismo modo, apuntó Abdellah que “la Ciudad contrató a una empresa para mejorar el huerto que teníamos y que pudiese estar en condiciones, pero lo dejaron a medias”. Por ello, un vecino se encargó de comprar por sí mismo el material necesario dentro de sus límites económicos, sin embargo, sigue teniendo “carencias”.
Lamentablemente, no queda todo ahí y es que el parque donde juegan los más pequeños de la zona, “un proyecto que se pensó para 2011 y lo llevaron a cabo en 2018. Pedimos que se pintará la pared y solo lo hicieron por la mitad. Queremos que se pinte bien la pared”. Además, urgen a que se instalen farolas porque “hay sitios donde solo hay una y quedan zonas totalmente oscuras. Cuando vino el consejero de Medio Ambiente, Yamal Dris, se lo dijimos, pero no hizo nada, otra promesa incumplida”, manifestó.
La falta de respuesta e interés para acometer políticas y programas sociales que aborden la pobreza y la exclusión social también tiene un impacto significativo en la educación de las personas más jóvenes que viven allí. Para los jóvenes dirigentes de la barriada, “el gobierno está obligado a proporcionar recursos y oportunidades en estas zonas de Ceuta que incluya programas de capacitación laboral”. Crear un entorno más justo y equitativo para todos los vecinos para no perpetuar el ciclo de pobreza y marginación que según los representantes vecinales es una realidad, que incluso limita las oportunidades educativas para la formación de las personas para capacitarlas e insertarlas en el mercado laboral y que sea el vehículo de trasmisión para abordar el futuro de cientos de niños y niñas que viven allí.
La denuncia del presidente de la barriada Sidi Embarek sobre el abandono por parte de las autoridades es un reflejo de una situación común en muchas barriadas de la periferia de la ciudad. Abdellah Abdellah Mustafa reivindica que las autoridades locales se involucren activamente en la mejora de estas zonas, trabajando en colaboración con los vecinos para identificar las necesidades y prioridades.
Los más jóvenes de la barriada tan solo piden un polideportivo para jugar al fútbol
Es comprensible que jóvenes de la barriada Sidi Embarek y otras barriadas de la periferia en Ceuta pidan la construcción de un polideportivo para jugar al fútbol y practicar otros deportes. Como se mencionó anteriormente, el deporte puede ser una herramienta poderosa para combatir la marginalidad y ofrecer una alternativa positiva a actividades delictivas. Saben que una buena solución a sus problemas sería la construcción de campos de fútbol, en unas pistas polideportivas, así como la organización de eventos y competiciones que involucren a jóvenes de diferentes barriadas. Además, es importante que se brinden oportunidades para que se involucren en la planificación y organización de las actividades deportivas, lo que les permitirá desarrollar habilidades de liderazgo y participación dentro de su comunidad.
Así pues, un grupo de jóvenes del barrio nos reveló que “solo queremos un campo de fútbol para poder jugar en condiciones y una sede social para realizar actividades”. Agregaron que “la gente termina en la mala vida por culpa de las instituciones que abandonan barrios como el nuestro, no encuentran otra salida”.
La construcción de un polideportivo no solo brindaría a estos jóvenes un espacio seguro y adecuado para practicar deportes, sino que también fomentaría el trabajo en equipo, habilidades que pueden ser aplicadas en otros aspectos de sus vidas. Es importante que el gobierno local tome en cuenta las demandas y necesidades de los jóvenes de Sidi Embarek y consideren la construcción de un polideportivo como una prioridad en la inversión de recursos.
El deporte como forma de combatir la marginalidad de los jóvenes
El deporte puede ser una herramienta poderosa para combatir la marginalidad de los jóvenes en las barriadas de la periferia en Ceuta. La práctica de deportes puede tener múltiples beneficios, como mejorar la salud física y mental, fomentar el trabajo en equipo y la disciplina, y brindar oportunidades para desarrollar habilidades y talentos.
En el contexto de la barriada de Sidi Embarek, la práctica de deportes también puede ser una forma de brindar a los jóvenes un sentido de pertenencia y de comunidad, ayudándoles a sentirse más conectados con su entorno y a alejarse de conductas que pueden llevar a caer en la delincuencia. El deporte puede ser una actividad inclusiva, que no discrimina en base a la raza, género o estatus social, permitiendo que los jóvenes de diferentes orígenes puedan interactuar y aprender unos de otros.
El corazón de Sidi Embarek: vecinos y vecinas
Los vecinos y vecinas Sidi Embarek tienen claro que el corazón de su barriada es su gente y que personas como Abdellah son “los representantes que necesitamos”. Una residente de la zona comentó a El Foro de Ceuta que “votaría una y otra vez a Abdellah. Tenemos buena vecindad, lo esencial es la unión tan bonita que tenemos”. A pesar de ello, confesó que “nos sentimos abandonados, todos sabemos que en Ceuta solo se presta atención al centro y no ayudan a la periferia”.
También, otra vecina enfatizó que “todos estamos contentos con él. Llevamos toda la vida en el barrio y nunca hemos visto a alguien que se implique tanto, gasta más tiempo en preocuparse de lo que ocurre aquí, que en sus propias cosas”.
Luchar por el futuro del barrio
Para Abdellah su edad -23 años- no fue un obstáculo, no obstante, vio una forma accesible de acceder a la juventud y poder luchar por quienes “nos pagarán las pensiones”. Una de sus reivindicaciones por excelencia es un polideportivo en condiciones, “lo hemos dicho muchas veces que, si ellos no encuentran actividades, buscarán otra manera de perder el tiempo”.
Por tanto, explicó que “la relación entre los jóvenes es buena, mientras haya cosas sanas. Si tienen un polideportivo en condiciones no saldrían de él «, aseveró. De hecho, cuando realizan actividades con ellos “sienten un acercamiento, cariño y que no están abandonados. Les mostramos que no están solos y que vamos a luchar por ellos y que tengan una infancia digna”.
Para ellos es importante que se fomente la participación ciudadana en la toma de decisiones y la planificación de políticas públicas que afecten a estas barriadas. Abdellah reclama que las asociaciones de vecinos sean incluidas en la discusión y diseño de soluciones y políticas que respondan a sus necesidades y prioridades. Es fundamental reconocer la existencia de la desigualdad entre las barriadas de la periferia y el centro de la ciudad en Ceuta, y tomar medidas para reducir esta brecha y mejorar la calidad de vida de toda la población.
En conclusión, Abdellah lo tiene claro y envía un mensaje: “Vamos a seguir luchando y concentrándonos. El futuro está en nosotros y tenemos ganas. La persona que no ayuda a la periferia cuando puede hacerlo, que sepa desde aquí, que, en las elecciones, no serán bienvenidos ni el PP ni ningún político, que haya tenido la oportunidad de solucionar los problemas de nuestra barriada y no ha venido”.