En el Día Mundial del Alzheimer, la Confederación Española de Asociaciones de Familias de Personas con Alzheimer reclama una mayor especificidad en el tratamiento de la enfermedad, mejoras en los recursos disponibles y un enfoque más proactivo en el diagnóstico temprano y el apoyo a las familias cuidadoras
La lucha contra el Alzheimer continúa enfrentando grandes desafíos. A pesar de los avances en concienciación social, aún persisten problemas relacionados con el diagnóstico tardío, la falta de recursos y la necesidad de adaptar los tratamientos a cada tipo de demencia. Este año, la Confederación Española de Asociaciones de Familias de Personas con Alzheimer pone el foco en la importancia de especificar el diagnóstico y en la urgencia de mejorar la atención a las personas afectadas y sus familias.
Durante la conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, representantes de la Confederación subrayaron la importancia de abandonar la tendencia a clasificar a todos los pacientes con deterioro cognitivo en un mismo grupo. El Alzheimer, explican, no debe ser una etiqueta para cualquier persona mayor que experimente pérdida de memoria, sino que es necesario realizar un diagnóstico específico y temprano, con el objetivo de ofrecer los tratamientos adecuados en las primeras etapas de la enfermedad.
Uno de los principales retos que se enfrenta en la actualidad es el diagnóstico tardío, lo que dificulta la intervención en fases tempranas. Según la Confederación, el Alzheimer se detecta cuando ya ha avanzado considerablemente, y para entonces el daño en el cerebro es irreversible. “Necesitamos más recursos para un diagnóstico precoz y una atención temprana que permita intervenir antes”, señalaron desde la organización.
Arantxa, portavoz de una de las asociaciones de familiares, también destacó que, aunque hay una mayor conciencia social, aún queda mucho por hacer en cuanto al conocimiento de la enfermedad y sus efectos. «Es alentador ver que las personas acuden antes al especialista cuando observan lapsus de memoria, algo que no sucedía hace unos años. Esto nos permite intervenir con terapias no farmacológicas y trabajar en la estimulación cognitiva, lo que puede retrasar el deterioro», explicó.
A pesar de los avances, las familias continúan llegando a las asociaciones con muchas dudas. Aunque el Alzheimer es conocido principalmente por afectar la memoria, la enfermedad genera una dependencia total en las personas que la padecen. En este sentido, desde las asociaciones recuerdan que es fundamental planificar, prevenir y programar desde el inicio de la enfermedad para gestionar mejor el cuidado.
Apoyo a las familias: Una pieza clave en la atención al Alzheimer
El papel de las familias como cuidadores no profesionales es crucial en el tratamiento y manejo de la enfermedad. Las asociaciones de familiares ofrecen programas específicos para apoyar a estas familias, como el programa subvencionado por el 0,7% del IRPF «Apoyo y Formación», que proporciona formación detallada sobre el proceso de la enfermedad, el manejo del paciente y los recursos disponibles para facilitar la atención diaria.
Este programa, además, ofrece un acompañamiento personalizado a las familias, adaptando la formación a las necesidades de cada una. «Es esencial que las familias se sientan apoyadas desde el principio. No sólo formamos a los cuidadores, también les proporcionamos ayuda con los cuidados más complejos, como la movilización de los pacientes, la fisioterapia a domicilio y el acceso a centros de día, donde las personas afectadas pueden recibir estimulación cognitiva y social», destacó Arantxa.
Estos centros son fundamentales no solo para el paciente, sino también para los familiares, que necesitan tiempo de respiro para poder continuar con su vida diaria. Además, en los centros de día se ofrecen talleres que abordan los aspectos cognitivos, sociales y emocionales de las personas con Alzheimer, creando un entorno de convivencia y apoyo mutuo entre pacientes.
Reivindicaciones y demandas en el Día Mundial del Alzheimer
En este Día Mundial del Alzheimer, la Confederación ha hecho hincapié en varias demandas que consideran urgentes para mejorar la atención a las personas afectadas. Entre las más destacadas se encuentra la necesidad de una mayor especificidad en el tratamiento de las diferentes demencias. «No todas las demencias son iguales; aunque comparten algunos puntos, requieren enfoques terapéuticos distintos. No podemos tratar de la misma manera una demencia frontotemporal, un Parkinson o un Alzheimer», reclamaron.
Otra demanda clave es la mejora de la Ley de Dependencia, que aunque fue recibida con entusiasmo, sigue siendo insuficiente para atender las necesidades de todas las personas afectadas. Desde la Confederación solicitan que los recursos sean revisados y asignados de manera más eficiente, simplificando los trámites burocráticos que muchas veces impiden que las ayudas lleguen a tiempo.
Por último, hacen un llamado a las autoridades para que los planes estatales y autonómicos sobre Alzheimer se ejecuten sin más retrasos, y que la investigación farmacológica avance para encontrar tratamientos más efectivos. «No podemos esperar otros cinco años para que se tomen medidas que realmente cambien la vida de las personas afectadas y sus familias», concluyeron.
A pesar de los desafíos, el apoyo a las familias y la concienciación temprana están mostrando avances positivos. Sin embargo, sigue siendo fundamental que se incrementen los recursos y las medidas de apoyo, para que quienes luchan contra el Alzheimer puedan hacerlo con las mejores herramientas posibles.