El Periódico de Ceuta habla con Asma, la madre de Mohammad Ali, a menos de 24 horas de la celebración del juicio contra dos de los acusados del crimen de su hijo. La acusación particular está en manos del prestigioso abogado Marcos García Montes. El padre del presunto autor es un fugitivo de la justicia, algo que sería detonante en la muerte del joven Mohammad. La familia de Mohammad pide la pena máxima: ocho años y seis meses de prisión, así como cinco años libertad vigilada para el presunto asesino y siete años y seis meses de prisión para la chica, tal y como han confirmado a este medio en exclusiva
En enero de este año Asma pudo descansar al saber que su hijo estaba muerto y que no se había escapado. Ceuta estaba conmocionada, hacía solo unas semanas del asesinato del pequeño Mohamed en Loma Colmenar cuando aparecían los restos del cuerpo del joven Mohammad, un chico que era el «pilar de su casa”, un «niño bueno». Su madre sabía que le había pasado algo, y por fin podía confirmarlo y enterrar los restos de su hijo.
El 24 mayo se celebraba una vista previa, en la que se intentó una conformidad por parte de la acusación particular, sin embargo, «no lo aceptaron», nos explica la madre, y aunque el acusado A.A.H. reconoció los hechos, «su abogado tiene una línea defensa basada en alegar un problema psiquiátrico». Además, le parece «terrible» que hayan citado a declarar como testigo al tío de éste, «involucrado en casos de narcotráfico» al parecer detenido en una operación este mes de abril, y espera que les caiga «todo el peso de la ley».
La familia de Mohammad pide la pena máxima: ocho años y seis meses de prisión, así como cinco años libertad vigilada para el presunto asesino y siete años y seis meses de prisión para la chica, tal y como han confirmado a este medio en exclusiva. Mañana, 14 de junio, se celebra el juicio en el Juzgado de Menores a puerta cerrada.
¿Qué pasó el 13 de enero?
Un joven de Ceuta desaparecía el jueves 13 de enero de 2022. Así lo denunciaba su familia, que no sabía nada de Mohammad Ali desde hacía varios días tras ser visto por última vez en los alrededores de la calle Sevilla, en la barriada del Recinto. El joven tenía 17 años, medía 1’95, pesa 70 kilos, era delgado y tenía el pelo castaño y ondulado. Llevaba puesta una chaqueta reflectante y unas zapatillas de deporte negras.
Según las fuentes conocedoras del caso, primero quedaron con Mohammad detrás del IES Siete Colinas. Eran las 18:00 horas del día 13 de enero de 2022, la menor, que responde a las iniciales S.M.B., el menor –A.A.O.– y el mayor de edad –E.L.A.-, «de común y previo acuerdo», se encontrarían con el también menor Mohammad para discutir sobre unos vídeos, fotos e información íntima que éste último tenía en su teléfono móvil en los que aparecía A.A.H. Por lo visto, Mohammad había amenazado a A.A.O. con enseñárselos al padre de este, que se trata de un fugitivo de la justicia y reclamado por la Audiencia Nacional. Según algunas fuentes consultadas por este medio, el padre del presunto asesino «está escondido en Ceuta, aunque dicen que está huido en Marruecos».
Una hora y media después (sobre las 19:30 horas), todos se marcharon, a bordo del Seat León de E.L.A., y pararían a comprar unas chucherías y refrescos para ir hasta el Monte de la Tortuga. Fue allí donde comenzarían a discutir y «con ánimo de menoscabar la integridad corporal» de Mohammad Ali, los menores A.A.O. y S.M.B. propinaron diversos golpes con un bate de beisbol que llevarían consigo en el maletero, y que previamente habrían escondido en una de las habitaciones de las instalaciones militares que hay en el monte, originándole lesiones.
Tras esa primera discusión, todos volvierían a subir al coche y fueron hasta Benzú para que el mayor E.L.A., obtuviese cobertura y le mandase un mensaje de texto a su padre, un jubilado de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
De nuevo, los 4 jóvenes volverían a subir a García Aldave, en esta ocasión a la zona de la Torre de la Alquería de la antigua huerta de Regulares, también de común y previo acuerdo y ya con ánimo de acabar con la vida de Mohammad Ali. Allí los menores S.M.B. y A.A.O. se bajaron del coche junto a Mohammad, en un camino angosto y comenzaría de nuevo otra discusión relacionada con los vídeos y fotos de A.A.O.
Esta discusión fue a más, y armados con el bate de beisbol y un palo que habrían cogido de las inmediaciones, mientras, E.L.A. daba la vuelta con el coche y lo paraba en ese mismo camino, impidiendo que Mohammad pudiese escaparse, comenzarían de nuevo a golpearle. Fue en el intento de huida cuando Mohammad habría caído por el terraplén ya mareado por las lesiones que presentaba, lo que habrían aprovechado los menores para, «de común y previo acuerdo», propinarle nuevamente numerosos golpes en la cabeza con el bate de beisbol.
Según las fuentes consultadas por El Periódico de Ceuta, la menor S.M.B. habría abandonado el terraplén, pero A.A.O. le habría propinado un último golpe por la espalda originando su muerte, motivo por el cuán la Policía le marca como el presunto autor material del asesinato. Una vez muerto Mohammed, los menores atacantes se habrían vuelto a subir al coche para abandonar el lugar del asesinato
Medidas cautelares
El juzgado de menores número 1 de Ceuta, así como el juzgado de Instrucción número 1 adoptaban como medidas cautelares, enviar a prisión provisional -en el caso del mayor, que se puede demorar hasta 2 años- y de internamiento en el centro de menores en régimen cerrado por tiempo máximo de seis meses, debiendo someterse al modelo individualizado de intervención que se apruebe conforme a lo dispuesto en el fundamento de derecho segundo, y con el contenido establecido en esta resolución.
Estos seis meses se podrían prorrogar hasta un año si la Fiscalía así lo solicitase ante el Juez, siempre y cuando estuviese debidamente justificado.