La pequeña Yadira, alumna del colegio de San Ildefonso, se ha convertido en una de las protagonistas inesperadas del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad tras un error que generó confusión y, posteriormente, críticas en las redes sociales. Durante el sorteo celebrado el pasado domingo, la niña cantó, por equivocación, un segundo “Gordo” que ya había salido apenas veinte minutos antes.
La equivocación, calificada como anecdótica por muchos, ha levantado suspicacias entre otros, obligando a Loterías y Apuestas del Estado a intervenir para aclarar lo sucedido. “Podemos asegurar que solo hay una bola del Gordo”, explicó la institución, que ha ofrecido las actas del sorteo a cualquier persona que desee comprobar los números extraídos. Asimismo, atribuyen el error a los nervios propios de una jornada cargada de emoción y responsabilidad para los niños, que llevan meses ensayando para el evento.
Sin embargo, lo que podría haberse quedado en una anécdota más del tradicional sorteo navideño se ha convertido en una pesadilla para la familia de Yadira. La madre de la niña ha lanzado un llamamiento desesperado a través de los medios, lamentando el trato que ha recibido su hija tras el incidente. “Es solo una niña. Le están haciendo mucho daño con los comentarios que se están difundiendo”, declaró visiblemente afectada.
Desde el colegio de San Ildefonso, que cada año participa en el sorteo con sus alumnos, han mostrado su apoyo a la menor y han destacado el esfuerzo y dedicación de los niños que ensayan durante meses para asegurar que todo salga bien en uno de los eventos más esperados por los españoles. Según explican, el error podría deberse a “la manera en la que ensayan”, un sistema que, aunque exhaustivo, no está exento de posibles confusiones cuando llega el día del sorteo.
El incidente ha provocado un debate en redes sociales entre quienes defienden que se trata de un error sin mayor relevancia y aquellos que han sembrado dudas sobre la transparencia del sorteo. A pesar de las explicaciones ofrecidas por Loterías y Apuestas del Estado, la situación ha generado una presión innecesaria sobre la pequeña, que no deja de ser una niña cumpliendo con una tradición de gran envergadura para su edad.
Por su parte, la familia de Yadira ha pedido respeto y comprensión, recordando que se trata de un error humano y que la niña no merece convertirse en el centro de críticas ni burlas.