Fernando Simón hace unos meses se hartaba de decir en las ruedas de prensa, como si de un disco rayado se tratase, que la mejor mascarilla era mantener la distancia de seguridad entre personas. También los políticos con cargo: ministros, delegados del gobierno, presidentes de autonomías, etc., repetían lo mismo que Simón.
De «la mejor mascarilla es la distancia de seguridad entre personas», hemos pasado a ser apadrinados y ahora nos dicen que tenemos que llevar la mascarilla puesta en cualquier sitio, ya sea en interior o exterior. Incluso la tenemos que llevar puesta cuando vamos andando, aunque la calle esté solitaria.
Hasta al mismísimo presidente del gobierno, Pedro Sánchez, le sacaron unas fotos en el Vaticano junto al Papa sin llevar la mascarilla, pero en este caso tampoco guardaba la distancia de seguridad entre personas a pesar de estar en un sitio cerrado. Me imagino que nuestro presidente o no escuchaba las recomendaciones de Fernando Simón, o le da todo igual, o lo mismo como es tan guapo quería que se le viera bien la cara.
También al rey Felipe VI, su hija le tuvo que recordar que se tenía que poner la mascarilla cuando estaban, nada más y nada menos, que en un acto de homenaje de Estado a las personas que habían fallecido por covid-19.
En Ceuta también era fácil ver a personas con cargos políticos sin portar la mascarilla ni guardar la distancia de seguridad.
La semana pasada, en el programa de «Lo de Évole de la Sexta Cadena de Televisión, el entrevistado era Fernando Simón. Nada más reunirse con Jordi lo primero que hizo fue quitarse la mascarilla, aludiendo que había distancia de seguridad, dos asientos. Ignoro si dos asientos llegan a tener la suficiente distancia de seguridad para estar frente a una persona que están entrevistado durante más de una hora en un lugar cerrado donde hubo risas…
Fernando Simón, como todos sabemos, hace meses que se contagió de covid-19, es decir que en algún momento la distancia de seguridad, esa que el mismo tanto predicaba, no la pudo guardar. Está claro que eso nos puede pasar a cualquiera, pero mucho mejor que no pase porque eso mismo es lo que se intenta de evitar para que haya los mínimos contagios y así no se mueran más personas de covid-19. Y también para que no se saturen los hospitales y las UCI.
¿Tiene sentido que una persona que vaya por sitios poco concurridos y se pueda mantener perfectamente la distancia de seguridad entre personas, tenga que llevar la mascarilla puesta obligatoriamente?
¿Cuál es el motivo para que el GOBIERNO DE ESPAÑA y las comunidades autónomas nos «apadrinen» y quieran que hagamos lo que ellos digan, aunque sea un sinsentido? La evidencia científica, esa que tanto predican, dice que en el exterior no te puedes contagiar si se guarda la distancia de seguridad entre personas, esa misma que predicaba Simón y los políticos en las ruedas de prensa.
Sin tan peligroso es ir sin mascarilla por la calle: ¿por qué motivo dejan que los corredores vayan sin mascarilla, si ellos al llevar la respiración mucho más pronunciada, se corre más el riesgo de que puedan contagiar a alguien? También se me ocurre, que sin tan peligroso es no llevar mascarilla por la calle: ¿cuál es el motivo entonces para que los fumadores sí se puedan quitar la mascarilla para fumar por la calle?
Los políticos son los primeros que tenían que ser claros y dar ejemplo y no tomar a los ciudadanos por tontos. La mascarilla hay que ponérsela cuando corresponda, que debería de ser siempre que no se pueda guardar la distancia de seguridad entre personas o se esté en lugares cerrados, mientras tanto dejen a las personas de respirar, que bastante daño están haciendo ya con sus malas gestiones sobre la pandemia.