El año pasado se interpusieron 168.057 denuncias por violencia de género, mientras que sólo se incoaron 7 causas por denuncia falsa –todas aún en trámite sin que se haya formulado el escrito de acusación–
La Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, presentó ayer en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo los datos de la Memoria de la Fiscalía correspondiente al año 2019 en la Apertura del Año Judicial. En el informe, se verifica que sólo se incoaron 7 causas por denuncia falsa –todas aún en trámite sin que se haya formulado el escrito de acusación–de las 168.057 denuncias presentadas durante 2019. Es decir, el pasado año se cerró con un total de cero condenas por denuncia falsa.
De hecho, debería sorprender que el asunto de las denuncias falsas en violencia machista siga ocupando titulares, si aceptamos que las informaciones relatan aconteceres, hechos, y no algo inexistente. Las denuncias falsas en este “delito” son algo residual, tal y como acreditan datos e informes de diversa índole. En este caso se trata de la memoria que presenta anualmente la el Ministerio Fiscal.
Los datos de este informe reflejan además algunas conclusiones interesantes. En el periodo 2009-2019, la proporción entre los procedimientos por denuncia falsa –121– en relación con los procedimientos en los que se ha dictado sentencia condenatoria es del 0,0069 %. Si a estas se sumaran las causas en tramitación, en la hipótesis poco probable de que en todas ellas se dictara una sentencia condenatoria (168), el porcentaje final máximo será del 0,010 %.
De esas 121 sentencias condenatorias, 59 lo han sido por conformidad de la acusada, el 48,76%. «Nuevamente se aprecian en este actuar las características peculiaridades y aristas que plantea este tipo específico de violencia y que ya fueron objeto de comentario en memorias anteriores», señala la Fiscalía.
Los datos recogidos en la memoria destacan en 2019 un repunte en la cifra de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, un total de 59 frente a las 51 del año anterior, de las cuales tan solo 15 habían formulado denuncia previamente. De ellas, en cinco casos existían medidas protectoras vigentes que el agresor incumplió. Se incide también en el incremento de los asesinatos de menores y de otras personas pertenecientes al vínculo afectivo de la mujer.
El Ministerio llama la atención sobre la irrupción de las nuevas tecnologías, TICs, y su relación con nuevas manifestaciones de violencia, en cuanto que algunas herramientas digitales, amparándose en el anonimato, facilitan su ejercicio sobre las adolescentes con un “efecto multiplicador muy dañino”. “La evidencia de que las relaciones afectivas comienzan cada vez más precozmente sin convivencia y sin un proyecto en común y su desarrollo online de corta duración pero gran intensidad, nos enfrentan a múltiples y variadas situaciones de dominio, control y maltrato psicológico y físico del varón sobre la mujer –alimentadas por los estereotipos e ideas sexistas que circulan por las redes–, que constituyen la esencia de la VG, pero que difícilmente pueden incluirse en el concepto de relación afectiva que exige nuestro Código Penal. Ello impide incardinarlas en los tipos penales específicos que, por tanto, requieren una inmediata acomodación a esta nueva realidad social, estableciendo además sistemas eficaces de protección a las víctimas como las retiradas de contenidos o el bloqueo de páginas web”, expone.