El anuncio lo ha realizado el gabinete del primer ministro, Boris Johnson y ha confirmado también la presencia de esta variante en Dinamarca y Australia. En lo que es una decisión consensuada con Portugal, los vuelos procedentes de Reino Unido quedan suspendidos, salvo para nacionales y residentes. También se va reforzar el control del puesto fronterizo con el Peñón.
La pesadilla del coronavirus se resiste a dejar de ocupar la actualidad de este 2020. Tras unas semanas de anuncios relativamente esperanzadores, como el adelanto de las campañas de vacunación contra la covid-19, la aparición de una nueva cepa del SARS-CoV-2 ha vuelto a disparar las alarmas en todo el mundo. Por el momento, el epicentro de su aparición se ha identificado en Inglaterra, pero el gabinete del primer ministro británico, Boris Johnson, ha confirmado la presencia de esta variante del virus en Dinamarca, Australia y en el Peñón de Gibraltar. No obstante, según las autoridades sanitarias de Reino Unido, no hay ningún indicio para pensar que la vacuna no será efectiva contra esta variante del virus, porque la misma ha sido testada en diversas cepas.
Desde Moncloa han anunciado que «el Gobierno de España, de manera concertada con Portugal, suspenderá desde mañana (22 de diciembre) las entradas en territorio español de ciudadanos procedentes del Reino Unido, salvo nacionales o residentes en nuestro país. Se reforzará también el control fronterizo en Gibraltar». En España, según el Ministerio de Sanidad, todavía no se ha detectado la presencia de esta nueva cepa.
¿Qué se sabe de esta nueva cepa de coronavirus?
En un artículo publicado en The Conversation, Lucy van Dorp, Senior Research Fellow, Microbial Genomics, del University College de Londrés, señala que esta variante del SARS-CoV-2 se identificó por primera vez el pasado mes de septiembre en Kent, al sureste de Inglaterra. Según apunta la investigadora, «parece que esta variante está comenzando a dominar las versiones existentes del virus y que puede ser responsable de «un número cada vez mayor de positivos» en los lugares de Reino Unido donde «se están disparando los contagios».
No es, ni mucho menos, la primera mutación que se identifica del SARS-CoV-2. De hecho esta nueva cepa no sería fruto de una única mutación, sino de varias mutaciones que se habrían combinado de tal forma que, por decirlo de una manera sencilla, ofrecen una ventaja al virus para continuar reproduciéndose con éxito. «Es importante señalar que muchas de las mutaciones que definen la variante del Reino Unido se han observado antes en el SARS-CoV-2, incluso al principio de la pandemia. Sin embargo, la variante o linaje del Reino Unido se define por un número y una combinación inusuales de mutaciones. Se ha demostrado previamente que una de estas mutaciones, N501Y, aumenta la unión del virus a los receptores en nuestras células«, explica Lucy van Dorp.
¿Es más peligrosa que la cepa original?
Todavía es pronto para saberlo. En teoría, según los estudios preliminares, esta nueva cepa es más contagiosa, se propaga más fácilmente. Sin embargo, no hay indicios de que produzca síntomas más virulentos entre las personas contagiadas. Ewan Birney, subdirector general del Laboratorio Europeo de Biología Molecular y codirector de su Instituto Europeo de Bioinformática en Cambridge, ha declarado en The Guardian que, hasta la fecha, «el impacto en el número de casos graves es probablemente modesto: ligeramente superior o inferior al que se venía observando».