Diego Martínez (Leon, 1978) es el director del Área de Fomento de la Delegación del Gobierno en Ceuta desde septiembre de 2020. Arquitecto técnico e ingeniero de Edificaciones, era profesor en el IES Almina antes de iniciar su andadura política, en la que ha contado con el apoyo de la delegada Salvadora Mateos para impulsar nuevas medidas en materia de costas y ampliar el uso y disfrute de las playas ceutíes. Su principal competencia es la gestión administrativa del los asuntos del litoral ceutí y además es enlace con le Ministerio de Interior en las obras de la frontera del Tarajal.
En esta entrevista, la primera que concede en el cargo, explica cuáles son sus funciones, nos habla de las medidas para la próxima temporada de baño y hace un balance positivo de estos meses como responsable del área.
Sus competencias abarcan fundamentalmente los ámbitos de carreteras y costas, ¿puedes explicarnos exactamente cuáles son?
Las competencias son aquellas que la delegada quiera designar al responsable de área. Ahora fundamentalmente están definidas en la costa. Son las que hay a la hora de salvaguardar el bienestar de la costa, otorgar las autorizaciones o gestionar los expedientes para las concesiones administrativas que hay en la misma.
También somos el área que de alguna manera está presente en Ceuta para representar los intereses del Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana en la ciudad. Antes había una competencia mayor sobre las carreteras nacional pero ahora lo lleva el servicio de carreteras de Andalucía Occidental. Nosotros gestionamos la parte burocrática administrativa referente a los pasos que haya que dar en Ceuta por parte de otras administraciones o usuarios en materia de carreteras. Somos un transmisor de esas necesidades. Con respecto a la Ciudad Autónoma, igual, todas las circunstancias que acontecen en carreteras nosotros servimos de empaste y tenemos un trato mucho más directo por lo que nos es más sencillo contactar y buscar soluciones a los pequeños problemas.
Y en costas exactamente, ¿cuáles son sus funciones?
La Ley de Costas establece que en cada provincia que exista un litoral hay un servicio periférico de costas, responsable de su salvaguarda, a excepción de Ceuta y Melilla donde esa competencia esta transferida directamente a la delegada del Gobierno. Diferencias, es que este servicio depende del Ministerio de Transición Ecológica, y aquí depende del Ministerio de Política Territorial que es de quien depende la Delegación.
Nosotros tenemos un vigilante de costas y varios funcionarios que se dedican a la supervisión de que no se produzcan irregularidades, como ocupaciones ilegitimas u obras ilegales, y después nos dedicamos a la gestión y tramitación de los expedientes de las actividades e instalaciones que se quieran ubicar en la costa.
Hay dos tramos, uno mucho más restrictivo, el tramo de dominio público marítimo-terrestres, que es siempre zona de playa y hasta donde se supone que llega la marea. El deslinde, que es como se llama al haber pintado la línea, es del año 85-87 en Ceuta. En esta zona no se puede ubicar nada, ni meter vehículos, ni edificar… salvo excepciones: las autorizaciones de temporada, que otorga la Delegación del Gobierno, y las concesiones administrativas, que otorga el Ministerio de Transición Ecológica.
En periodo estival se dan autorizaciones para aquellas actividades que no puedan darse fuera de la costa, como por ejemplo un chiringuito dedicado a atender a los usuarios de las playas. Una concesión administrativa, exactamente igual. Diferencias, por ejemplo, una hamburguesería delivery no necesita que su ubicación esté en la playa. Esta ley es proteccionista con el medio ambiente y las playas. Se restringe el uso de las playas al imprescindible y necesario. La autorización tiene que ser plenamente desmontable, mientras que las concesiones no. Nosotros intentamos que se construya todo en madera y en materiales biosostenibles, intentando evitar contaminación. Como las conseiones administrativas se dan a más largo tiempo, y pueden ocupar hasta un máximo de 300 metros cuadrados, y sí que se pueden utilizar cimentaciones.
Los chiringuitos actuales, en la Playa de la Ribera hay dos, y en el Chorrillo hay otros dos. Son concesiones administrativas desde Madrid. Siempre recordando que el servicio es para la playa, no puede ser por ejemplo hacer delivery y no dar a los usuarios de la playa de comer.
Te pongo el ejemplo de la hamburguesería porque ahora mismo hay una polémica por un chiringuito en la playa del Trampolín, en Benítez, en la que se acusa a esta administración de presionar y querer quitarle el negocio a una familia. Eso es completamente incierto. Esas personas hicieron un tipo de solicitud para un establecimiento que no puede superar los 70 metros cuadrados y que tiene que ser completamente desmontable por un año. El proyecto que presentaron no corresponde con las actuaciones posteriores y además utilizaron elementos no desmontables dentro de la playa. Cuando ellos solicitaron la renovación, se les deniega por estos motivos, y ellos hacen un recurso de alzada a Madrid.
Esta administración se puso en contacto con ellos para ofrecer alternativas, ajustadas a la legalidad, que se negaron a aceptar. Por lo que cuando estas personas hablan de que esta administración les quita su medio y su sustento están faltando a la verdad.
¿Se pueden ya echar las solicitudes para montar estos negocios?
Estamos cerca de la temporada de baño y se ha abierto ya el plazo para las solicitudes de autorizaciones de temporada. Las autorizaciones tanto para los kioscos como los chiringuitos o de restauración.
Se van a mantener los criterios de estética en cuanto a los kioscos que se montan en la costa, que tienen que tener un determinado color y no pueden pasar unas dimensiones, y lo mismo con los chiringuitos.
Si cualquier persona quiere hacer una solicitud tiene que acudir al registro de la Delegación del Gobierno.
Y qué pasa en Benzú, por ejemplo
Existe otra línea que es menos restrictiva y transcurre se encuentra entre 20 y 100 metros hacia dentro del terreno desde la línea de dominio público. En esta encontramos importantes barriadas en nuestra ciudad como Benzú o el Sarchal. Lo que ocurre es que la ley de costas cuando se promulga en el 1992 establece que todo lo que este edificado dentro de la servidumbre de protección puede mantenerse pero que en ningún caso se puede ampliar. Se pueden realizar obras de mejoras o mantenimiento, pero no puedes ampliar ni un metro. Eso sucede en Benzú, porque están las viviendas en primera línea de playa.
Por eso hay problemas porque se preguntan por qué unos sí y otros no, pero es que solo salvaguardamos la norma. La mayor parte de las circunstancias en Benzú son de modificaciones de vivienda y normalmente la respuesta es buena, y se rectifica, cuando no pasa tiene que actuar la administración.
En Ceuta hay muchos kilómetros de costas, y tenemos poco espacio siendo mucha gente, por lo que es lógico que proliferen este tipo de circunstancias. Nosotros salvo que la ley se cambie tenemos que actuar y proteger la costa siempre.
En cuanto a las restricciones de embarcaciones, ¿se mantendrán?
Seguimos manteniendo las restricciones de acceso a las playas de la Ribera, Chorrillo, Benítez y la cala del Desnarigado de embarcaciones a motor que no estén autorizadas. Solos las oficiales y con autorización podrán acceder a estas playas desde el 1 de mayo al 30 de septiembre.
Tenemos constancia de una gran cantidad de denuncias hacia la Dirección Provincial de Fomento por parte de un exfuncionario de Costas, ¿qué es lo que sucede? ¿Estás denuncias han prosperado?
Todas esas denuncias se han archivado. No tiene razón en ninguna. De hecho, esa persona también ha puesto denuncias a Juan Vivas o a la delegada del Gobierno, todo archivado.
En cuanto a los asentamiento de personas migrantes en las costas, ¿qué trabajos realizáis?
Hay una competencia compartida, porque la ocupación es nuestra pero el mantenimiento lo lleva la ciudad. Nosotros informamos y le damos paso a la Ciudad que es quien tiene los recursos para actuar en este tipo de asentamientos.
A día de hoy apenas hay asentamientos en las costas. Hubo muchos durante los primeros meses tras el paso masivo de personas a Ceuta pero ahora mismo no existe, tampoco acompaña el buen tiempo.
De cara a la temporada de baño, ¿por qué la playa de la Ribera mancha?
Porque es un árido del fondo, es mucho más fino y es más polvo que árido. Por eso manda.
¿No se ha estudiado la posibilidad de cambiarlo?
No es tan sencillo, tenemos una acepción a las costas importante por una especia protegida que se llama patera ferrugiria que conlleva que cualquier tipo de actuación que se motive en las playas tiene que tener un estudio de impacto medioambiental que hace que las restricciones en materia de modificaciones de arena son muy complicadas.
Sí que tenemos la intención de seguir reponiendo, en colaboración con la Ciudad Autónoma, la arena de la Playa del Chorrillo y de la Almadraba. A día de hoy creemos que la Ribera cuenta con una cantidad suficiente de arena.
En el Chorrillo y la Almadraba se va a continuar que comenzó el año pasado, que se movió una cantidad importante, alrededor de 9.000 metros cúbicos, y ya se en los resultados porque hemos ganado mucha playa en el Chorrillo. Continuaremos porque estas dos playas son las más afectadas por las corrientes.
¿Qué habría que hacer?
Posiblemente ampliar los espigones. Hemos solicitado un estudio para ver la posibilidad de ampliarlos sin que exista ningún impacto sobre esa especia de alta protección.
Las reposiciones puntuales anuales hay estudios que la recomiendan porque son más eficaces. Nosotros hacemos reposiciones en seco sacado arena de la playa del Tarajal, que está en desuso por temas de seguridad nacional, y que es una arena lavado y tamaño de grano acorde a las playas de Ceuta. Con esas pequeñas reposiciones todos los años vamos a conseguir una buena cantidad de arena en las playas para el uso y disfrute de todos. Siempre en seco y con las medidas necesarias para la protección de las especies protegidas.
¿Cuál es tu función en las obras de la frontera?
Mi figura lo que trata es servir de enlace con el Ministerio de Interior que es quien está realizando esas obras. La Delegacion no tiene competencias directas pero está muy pendientes y por eso la delegada buscó esa figura que estuviera pendiente.
En este momento estamos en nueva fase en la que se van a plantear nuevos servicios dentro de la frontera y se convierta en una frontera mucho más actual y tenga mejor aspecto. No es que haya habido una dejadez, es que la cercanía al mar hace que todo el material envejezca mucho más rápido.
Se van a retar estructuras de acero y se va a hacer un saneamiento de suelo y paredes. También se va a reasfaltar.
¿Ha supuesto el cierre fronterizo una ventaja para su acometimiento?
Es objetivo que el cierre viene bien para estos trabajos, pero no para la Ciudad. Esta Delegación del Gobierno no es partidaria de que se mantenga cerrada porque sí la frontera. No por unas obras. El cierre lo marca nuestro Gobierno y el vecino. A nosotros nos facilita que las obras se puedan llevar a cabo pero no van a ser las obras la que marquen la apertura o no. Tenemos un plan previsto por si se decidiese abrir, para seguir con las obras con la frontera abierta. La obra no es condicionante del cierre fronterizo.
¿Qué balance hace de este tiempo al frente de Fomento?
Es un balance positivo. He tenido un respaldo total por parte de la delegada del Gobierno y su gabinete para implantar nuevas medidas sobretodo en materia de redistribución y usos dentro de las playas que ayudan a que el disfrute de las mismas en la temporada estival sea mejor. Hay menos ocupación en las playas porque se ha reducido el número de autorizaciones, hay menos tráfico de embarcaciones a motor, que en muchos casos eran molestas, y además se le está intentado dar una estética mucho más uniforme que nos ayuda a encontrar un ambiente mucho más agradable.
Del mismo modo, sigue habiendo necesidad de seguir trabajando para mejorar nuestro litoral y la Delegación del Gobierno seguirá haciendo en colaboración con todas las administraciones que tengan competencias y quieran desarrollar cualquier trabajo en la costa.