La crisis de la Covid-19 ha empeorado la situación de las y los jóvenes en mercado laboral, ha retrasado la emancipación y ha agudizado la desigualdad educativa, según revelan los datos del informe de Juventud en España 2020
El Instituto de la Juventud (INJUVE) presentaba el miércoles 10 de marzo el ‘Informe Juventud en España 2020’, una radiografía general de la situación de las y los jóvenes españoles elaborada a partir de datos fiables y representativos y que pretende servir de base para el diseño de unas políticas públicas de juventud que se tornan más urgentes que nunca por el impacto de la pandemia.
Para ello se ha preguntado a una muestra representativa de 6.467 jóvenes de entre 15 y 29 años, residentes en España, por la situación de la educación, del empleo, de la emancipación, por sus intereses y actitudes con respecto al ocio, la sexualidad, la igualdad de género y el cambio climático, así como por el efecto que la pandemia de la COVID-19 ha tenido en sus vidas.
Las conclusiones ratifican las consecuencias de la llamada “década pérdida”, porque los y las jóvenes se enfrentarán a una segunda gran crisis económica y social. Los datos extraídos, según María Teresa Pérez, directora general del Injuve, permiten calificar a la juventud como “solidaria, inconformista, abierta, integradora, participativa, consciente de las desigualdades y discriminaciones que existen en nuestra sociedad y preparada para asumir los retos y los cambios necesarios en los ámbitos de la educación, la digitalización, la transición ecológica o la erradicación del machismo y sus violencias”.
El estudio confirma que el interés de la juventud por la política se mantiene cerca del 40%, duplicando las cifras de la década anterior, y siendo el trabajo, la educación, la vivienda y la igualdad, los temas que más interesan.
La desigualdad de género es un tema de interés para la juventud en general (77%), que considera además (83%) que la violencia machista es uno de los problemas sociales más importantes. El informe demuestra asimismo que identificarse con la igualdad de género no es equivalente a identificarse como feminista para los hombres jóvenes. Mientras 8 de cada 10 mujeres jóvenes se consideran feministas, sólo un 54% de los varones se identifican con el feminismo, alcanzando un 70% quienes sí lo hacen con la igualdad de género. Además, existe entre los y las jóvenes un apoyo mayoritario a las políticas públicas de igualdad y un rechazo generalizado a las actitudes controladoras, si bien continúa el sexismo en el ámbito doméstico y los cuidados.
En todo caso, la igualdad de género es la causa que más ha movilizado a la juventud (38%), seguida por la educación (15,5%) y el cambio climático (14,9%). Así, un 77% de los y las jóvenes estudiantes han participado en algún tipo de acción estudiantil, siendo las más frecuentes la participación en una huelga estudiantil y el voto para órganos de representación, ambas con un 58%.
Por otro lado, 4 de cada 5 jóvenes se interesan por las cuestiones vinculadas con el medio ambiente, siendo este interés particularmente intenso en los y las jóvenes de entre 14 y 19 años. Es más, casi 5 de cada 10 jóvenes siente una preocupación máxima por el medio ambiente.
España es uno de los países con la emancipación juvenil más tardía de Europa, en nuestro país la edad de emancipación es de 29,5 años mientras que en Europa es de 26,2 y la situación de la pandemia ha hecho que caiga 15 puntos el porcentaje de jóvenes que se plantean independizarse. Un 75% de las personas jóvenes no se emancipa por falta de estabilidad o suficiencia de los ingresos, ya que el mercado de trabajo también se ha visto afectado por la pandemia de la COVID-19 que ha aumentado la precariedad e inestabilidad laboral.
Más de la mitad (52%) de jóvenes empleadas tiene contratos temporales, una temporalidad 30 puntos superior a la del resto de la población. Sin embargo, casi un 38% desearía trabajar más horas de las que actualmente trabaja. Al mismo tiempo, casi 4 de cada 10 jóvenes desempleados cree poco a nada probable encontrar trabajo en el próximo año mientras que un 66% considera que, tras la pandemia, sus oportunidades laborales y económicas serán peores que las de generaciones precedentes.
La Covid-19 ha afectado también al deseo reproductivo aumentando el porcentaje de jóvenes que no quieren tener hijos e hijas del 16,8% al 18%.
La pandemia también ha agravado la desigualdad educativa entre la juventud española que, en un 60%, entiende que su aprovechamiento del curso académico se ha visto significativamente mermado, alcanzando un 11,2% quienes afirman haber aprendido menos de la mitad que en un año normal. La mitad del alumnado declara además que la supervisión del profesorado es mejor en la enseñanza presencial y casi 8 de cada 10 prefiere ese método al online.
La repercusión psicológica de la pandemia y, sobre todo, del confinamiento, ha afectado hasta a un 32% de la juventud, siendo mayor el impacto en las mujeres que en los hombres.
Las preferencias de los y las jóvenes en lo que respecta al acceso a la información, las redes sociales e internet (46%) superan por primera vez a la televisión (44%) como canales de información política.
Las actitudes y hábitos de la juventud española respecto a la sexualidad, apuntan a una iniciación sexual cada vez más temprana y alertan del recurso a la pornografía como escuela de sexualidad.
El consumo de pornografía está generalizado entre los jóvenes varones, un 85% declaran haberlo consumido al menos una vez, frente al 50% de las mujeres. Un 32% de hombres jóvenes y un 24% de mujeres dicen inspirarse mucho o bastante en el porno en sus relaciones sexuales.
“El resultado de este informe nos anima y obliga a seguir trabajando para garantizar la igualdad de oportunidades y conseguir así que la educación cumpla su función de ascensor social, para mejorar el funcionamiento de planes de inserción laboral como Garantía Juvenil, para implementar medidas relativas a la vivienda que ayuden a la juventud a ser realmente independiente, para ofrecer alternativas de ocio y movilidad enriquecedoras y por el fortalecimiento del tejido asociativo juvenil”, ha explicado la directora general del Injuve. “Los fondos europeos y las medidas sociales de este gobierno deben empezar a dar solución a los problemas de nuestros jóvenes, agravados por los efectos de la pandemia. Tenemos por delante la ardua y estimulante tarea de afrontar la reconstrucción del país poniendo a nuestra juventud en el centro” concluía.