Noviembre de 2020 sigue siendo el mes aciago de la pandemia ya que se contabilizaron hasta 31 fallecimientos, casi los mismos que en el primer trimestre de 2021
Despedimos el mes de marzo y con él dejamos atrás al primer trimestre de 2021. La pandemia de covid-19 nos ha acompañado de primavera a primavera dejándonos tres «olas» de contagios y una cuarta que está cogiendo impulso para arremeter contra nuestra orilla. Solo en lo que llevamos de año la covid-19 ha provocado 36 fallecimientos, más de un 30% del total de 96 muertes causadas por la pandemia.
De marzo de 2020 a marzo de 2021, Ceuta ha ido pasando por varias fases (el confinamiento, la «nueva normalidad» y una nueva normalidad menos flexible que la anterior.) y sus respectivas «olas».
Como herramienta preventiva de contagios y muertes por covid-19, ha quedado demostrado que el confinamiento -y el blindaje del puerto y el helipuerto- ha sido la más eficaz. En la primera ola Ceuta registró 4 fallecimientos y los casos activos de covid-19 rondaban cifras que ahora firmaría cualquiera.
Ya en «nueva normalidad,» llegaba la segunda ola, precedida en agosto por el quinto fallecimiento por covid-19 en Ceuta, y los indicadores epidemiológicos se disparaban con respecto a la anterior. Las cifras de contagios activos llegaron a rozar el millar en otoño y los fallecimientos que había provocado el virus a finales de año eran 60.
Todavía seguimos navegando en la resaca de la tercera ola que arremetió contra nosotros poco después de haber «salvado» la Navidad y ya son 36 las vidas que se cobra el coronavirus, repartidas con funesta equidad entre enero, febrero y marzo. De hecho, puede que la cuarta ola se nos acabe acumulando con la tercera y que nos pille con una UCI «inundada» o casi.
Ceuta cuenta con una ventaja en pandemia -que habitualmente supone una desventaja- que es su condición de ciudad extrapeninsular y fronteriza con Marruecos. Esto le permite poder llevar a cabo, con mayor facilidad y eficacia, un control de la movilidad exterior. Con la frontera cerrada hay un punto de entrada y salida menos del que preocuparse.
Parece claro, si nos fijamos en cómo entramos en la segunda ola, que el puerto y el helipuerto tuvieron un papel importante. Lo mismo ocurre con la tercera. Sin embargo, tanto la Delegación del Gobierno de Ceuta como el Gobierno de la Ciudad se han confesado prácticamente maniatados a la hora de endurecer el control y reducir los niveles de movilidad exterior de la ciudad. Según el propio Ejecutivo local, son más de 5.000 las personas que cada fin de semana salen de Ceuta y que días más tardes regresan. Un pequeño porcentaje, según datos de Delegación del Gobierno, lo hace con cita médica.