En 2020 se registraron 6.284 accidentes e infracciones frente a los 10.360 de 2019. También ha habido caídas muy significativas en denuncias por tenencia ilícita de armas, venta ambulante o infracciones por incumplimiento de la ordenanza de limpieza
El balance que hace la Policía Local de 2020 señala que durante el pasado año «ha intensificado y reforzado en 2020 su coordinación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado». «Una colaboración más estrecha que ha posibilitado una mayor efectividad de las actuaciones desarrolladas, que además han estado condicionadas por las circunstancias excepcionales causadas por la COVID-19, especialmente en lo relativo al confinamiento de la población, el traslado de menores e inmigrantes a los polideportivos habilitados como albergues provisionales, así como el cierre de la frontera del Tarajal«, recoge el documento.
En este sentido, debido a «esta interrupción del flujo fronterizo y las medidas para frenar la enfermedad del coronavirus» se ha asistido a una «importante reducción en cuanto al número de infracciones de tráfico y de accidentes (de 10.360 a 6.284); denuncias por venta ambulante (de 461 a 132); y de limpieza (de 442 a 189)». También ha habido un descenso significativo en el número de denuncias por tenencia de armas u objetos peligrosos: de las 168 de 2019 a las 91 de 2020.
La situación sanitaria ha sido determinante en el balance, sobre todo, «en el ámbito de menores» ya que «los componentes de la Policía Local únicamente efectuaron 186 traslados a centros de acogida el pasado ejercicio, por los 1.139 realizados en 2019«.
Asimismo, «se han reducido las intervenciones con vehículos abandonados (un centenar menos) y se ha registrado una reducción de un tercio en cuanto a las propuestas de baja del Padrón, especialmente teniendo en cuenta que el cierre de la frontera ha impedido la entrada de ciudadanos extranjeros a la Ciudad Autónoma».
Por el contrario, la Policía Local apunta a que durante el pasado año acrecentó «su labor en el cumplimiento de las medidas de protección y seguridad frente a la COVID-19». Por ese motivo, «las estadísticas del Cuerpo reflejan un aumento en cuanto al número de denuncias por desobediencia y resistencia a la autoridad. Los requerimientos por ruidos y vibraciones (consecuencia del confinamiento y de la gran cantidad de tiempo que la población ha permanecido en sus viviendas) se han incrementado hasta los 916, por los 621 de 2019″.