La pensión máxima experimentará en enero un incremento cercano al 2,9%, lo que llevará su cuantía a superar los 45.000 euros al año, según los cálculos de la Seguridad Social.
En 2025, la pensión máxima en España superará los 45.000 euros anuales gracias a una subida aproximada del 2,9%. Este aumento se aplicará a partir de enero, basándose en el IPC promedio del año 2024, que a falta de los últimos datos se sitúa en un 2,75%, con un ajuste adicional de 0,115%. Si el dato de noviembre no modifica esta cifra, la subida total será de un 2,865%.
En 2024, la pensión máxima mensual era de 3.175 euros, lo que equivalía a un total anual de 44.450 euros (en 14 pagas). Con la revalorización de 2025, esta cifra aumentará en aproximadamente 90 euros mensuales, alcanzando los 3.266 euros al mes. En términos anuales, el incremento será de unos 1.200 euros, llevando la pensión máxima a los 45.725 euros.
Además de la pensión máxima, todas las pensiones contributivas de la Seguridad Social y las de las Clases Pasivas experimentarán una subida general del 2,75%. Aunque esta cifra es inferior a la de 2024 (que fue del 3,8%), la revalorización sigue siendo considerable. Se espera que la cifra final del IPC, que será publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 28 de noviembre, no varíe mucho respecto a las estimaciones, y se mantenga en torno al 2,8%.
Esta será la revalorización más moderada desde 2022, cuando las pensiones aumentaron un 2,5%. Sin embargo, sigue siendo mucho mayor que las subidas previas a la crisis inflacionaria, cuando en 2020 y 2021 el aumento fue del 0,9%, o en 2019, cuando fue del 1,6%. Cabe destacar que la revalorización actual se calcula en función del IPC, una fórmula establecida en la reforma de pensiones implementada por el actual Gobierno.
Por otro lado, la pensión media del sistema, que en 2024 se encontraba cerca de los 1.447 euros mensuales (unos 20.000 euros anuales), también aumentará. Se espera que en 2025 la pensión media supere los 1.500 euros mensuales, alcanzando más de 20.700 euros al año. Además, la pensión mínima de jubilación para mayores de 65 años con cónyuge a cargo se incrementó un 6,9% en 2024, lo que representa un aumento de 940 euros anuales, alcanzando los 14.466 euros anuales (1.205 euros mensuales).
Las pensiones mínimas, que afectan a más de 2 millones de personas, así como las pensiones para reducir la brecha de género (que beneficiarán a alrededor de un millón de personas) y las pensiones no contributivas, aumentarán en 2025 más allá del 2,75%, siguiendo la misma línea de años anteriores. En total, el coste de las pensiones podría superar los 7.000 millones de euros adicionales en 2025.
El crecimiento del gasto en pensiones
El gasto total en pensiones ha aumentado de manera significativa en los últimos años. En 2024, se espera que el gasto supere los 200.000 millones de euros, lo que representa un incremento de 50.000 millones respecto a hace solo cinco años. Este aumento se debe, entre otras razones, a las revalorizaciones basadas en el IPC, la mayor esperanza de vida y el aumento del número de pensionistas, especialmente debido a la jubilación de la generación del ‘baby boom’.
La Comisión Europea prevé que el gasto en pensiones siga creciendo en los próximos años, alcanzando el 14,3% del PIB en 2030, el 16,2% en 2040 y el 17,3% en 2050. Aunque el Gobierno ha adoptado medidas para aumentar las cotizaciones y retrasar la jubilación, se calcula que el déficit del sistema podría llegar al 3,1% del PIB en 2053.
Actualmente, las cotizaciones de los trabajadores y las empresas cubren solo el 70% del coste total de las pensiones, siendo el resto financiado por los impuestos del Estado o mediante deuda pública. Entre 2018 y 2023, el Gobierno ha destinado 271.905 millones de euros a la Seguridad Social, lo que representa el 19% del PIB y el 70% de la nueva deuda pública generada durante ese periodo.
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la «hucha de las pensiones», ha estado muy por debajo de su nivel óptimo en los últimos años. La reforma introducida por el exministro José Luis Escrivá busca recuperar este fondo mediante una sobrecotización al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que ya ha acumulado cerca de 9.000 millones de euros. Sin embargo, se espera que estos fondos no se utilicen hasta 2032.