Hace unos días ¡iluso de mí! escribí un artículo titulado “La última de Rubiales”. Utilizaba el adjetivo con un doble sentido, uno para referirme a que era el último acto reprobable de los muchos realizados por este personaje, y otro dando a entender que sería su postrera despedida de la presidencia de la RFEF. Pues bien, he de reconocer que no acerté. De hecho erré estrepitosamente, de ahí que el presente artículo de opinión se titule como se titula.
Argumentaba Albert Einstein que: “Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo”. Si hubiera conocido a Rubiales seguramente este enunciado hubiese resultado como sigue: “Tres cosas son infinitas: la estupidez humana, el machismo de Rubiales y el universo; y no estoy seguro de lo tercero”.
Uno piensa que en todo ser humano existe algo de inteligencia y una pizca de humildad. Ayer, el todavía presidente de la RFEF, demostró que no posee nada de ambas. Ojo, no estoy diciendo que sea un zoquete y un ególatra sino que ayer se acercó más a estos adjetivos que a la inteligencia y la humildad.
Su intervención fue un cúmulo de despropósitos machistas que iban in crescendo conforme era coreado y aplaudido por gran parte del auditorio. Y es aquí donde encontramos la auténtica grandeza de Rubiales: ha sido capaz de dejar perfectamente identificados a la totalidad de machistas retrógrados que conforman la asamblea general de la RFEF. Se ha retransmitido en directo y visto quienes de esos 140 miembros de las distintas federaciones de fútbol autonómicas, árbitros, representantes de diversos equipos, futbolistas, etc están alineados con sus demenciales explicaciones/agresiones verbales/mentiras. Quedando muy especialmente señalados los palmeros estrellas que con auténtica devoción, y casi a punto de llegar al éxtasis, han elevado a los altares del machismo a Rubiales. Me refiero a los dos grupis del “machoautor” Rubiales que coreaban sus palabras, sus letras, y aplaudían, y aplaudían hasta que casi les sangran las manos. En píe, para que los viera el macho alfa que pronto será macho omega. Estos dos “presidentes” del club de fans de Rubiales son los respectivos seleccionadores nacionales de los combinados femenino y masculino de nuestro país, Jorge Vilda y Luis de la Fuente. En mi opinión quedan absolutamente ilegitimados para dirigir los designios futbolísticos de España por eso de “lo de la mujer del César” ¿Las dos “rojas” pueden estar dirigidas por dos machistas? ¿Esos valores quieren transmitir nuestros respectivos equipos nacionales?
En su huida machista hacia adelante Rubiales ha desenmascarado a un sinfín de machistas que vivían muy bien en el ecosistema de la Real Federación Española de Fútbol a la sombra del actual presidente. Pero ¿dónde están los futbolistas? ¿y esas grandes estrellas de la mejor liga del mundo? Parece, que al menos de momento, solo existe ética e igualdad en las filas del Real Betis Balompié que ¡mucho Betis! es y Borja Iglesias ¡mucho Borja es!
No me siento en absoluto identificado con un entrenador como Luis de la Fuente, no sé si es un excelente estratega, un magnífico entrenador o un gran gestor de vestuario. Lo que sí sé es que es un excelente palmero, un magnífico machista y un gran gestor de discursos maledicentes. Ética y deporte no deben ir separados. Igualdad y deporte no deben ir separados. Anti racismo y deporte no deben ir separados. El seleccionador nacional de fútbol es un personaje público y su figura trasciende de lo deportivo, me viene a la cabeza la figura de Vicente del Bosque y su savoir faire. Lo dicho del seleccionador masculino elevado al cuadrado es lo que pienso del femenino, Vilda.
Rubiales contra la sociedad. Rubiales contra la igualdad. Rubiales contra la verdad. Rubiales contra …. pero con demasiados machistas aún rindiéndole pleitesía y riendo sus desvaríos.
Como dijera Soul Etspes: “Humildad e inteligencia son femenino, machismo masculino ¡hay algo más qué decir!”.